Del mismo modo que existen diferentes tipos de pérdida auditiva, también existen diferentes tipos de implantes auditivos. Hablamos de los implantes osteointegrados, o implantes de conducción ósea, y los implantes cocleares. Ambos tienen el objetivo de solucionar la hipoacusia, pero lo hacen de manera distinta ya que cada solución está orientada a un tipo de pérdida auditiva diferente.

Estos dispositivos no dependen de la amplificación acústica como ocurre en el caso de los audífonos convencionales. Están indicados para aquellas personas a las que los audífonos no pueden ayudarles.

Implantes y Tipos de Hipoacusia

Los implantes de conducción ósea convierten los sonidos en vibraciones que envían al oído interno, a través de los huesos de la cabeza. Oír a través de los huesos es algo habitual. Las personas sin problemas de audición lo hacen pero suman a este tipo de audición la que procede de las ondas acústicas que son captadas por los oídos.

Estos implantes se utilizan cuando existen problemas en el oído externo o el oído medio que no permiten hacer llegar el sonido al oído interno. Como este último, y en especial la cóclea, no presentan ningún problema, una vez que le llegan las vibraciones, puede enviarlas al cerebro que es donde, en última instancia, se lleva a cabo la audición.

Los implantes osteointegrados constan de un pequeño implante de titanio que se ubica en el hueso detrás de la oreja que se une a un procesador de sonido externo

Este tipo de implantes están indicados para personas con pérdida auditiva conductiva, neurosensorial o pérdida auditiva mixta.

La pérdida auditiva conductiva se produce como consecuencia de un problema en el oído externo o el oído medio, que puede estar causado por una otitis media crónica, una otosclerosis o por la perforación del tímpano. Por su parte, la pérdida auditiva neurosensorial es la más común y provoca que la información no pueda codificarse en las señales eléctricas que el cerebro necesita.

Finalmente, la pérdida auditiva mixta presenta elementos de pérdida auditiva conductiva y de pérdida auditiva neurosensorial. El paso del tiempo y la exposición a ruidos elevados son dos de las principales causas de este tipo de pérdida auditiva.

Implante Coclear y Audición

El implante coclear es un dispositivo que sustituye al oído interno dañado. Se encarga de trasladar las vibraciones generadas por los sonidos, a través de impulsos eléctricos, directamente al nervio auditivo.

Se trata de un sistema de alta tecnología que, al igual que el implante osteointegrado, cuenta con dos partes. La parte externa es un procesador de sonido que se pone detrás de la oreja mientras que la parte interna se implanta detrás de la oreja, por debajo de la piel.

Suele ser una buena solución para personas con pérdida auditiva de severa a profunda como la sordera congénita o la generada por enfermedades como la meningitis.

Saber qué tipo de ayuda necesita una persona con pérdida auditiva es posible acudiendo a un profesional que será el que determine el tipo de pérdida auditiva que la personas presenta y el que proponga la mejor solución posible.