La pandemia de COVID ha favorecido en estos dos últimos años que las empresas faciliten el teletrabajo a sus empleados. De esta manera, algunos trabajadores han podido cambiar la oficina por su vivienda. Especialmente aquellos cuya principal herramienta de trabajo es el ordenador.

El teletrabajo puede generar riesgos para la salud auditiva de los trabajadores. Por eso, hoy hablamos de teletrabajo y protección auditiva. 

Trabajo y Salud Auditiva

Algunos puestos de trabajo generan un riesgo evidente para la salud auditiva de los trabajadores. Son los trabajos que se realizan en fábricas donde las cadenas de montaje generan mucho ruido o en aquellos que exponen a los trabajadores a un exceso de decibelios. Entre estos últimos podemos contar a los trabajadores de bares (expuestos al ruido que genera la máquina de café), los jardineros (expuestos al ruido que generan el limpiahojas o el cortacésped), los conductores de ambulancias (expuestos al ruido que genera la sirena), los carpinteros…

Sin embargo, no solemos pensar que las personas que trabajan frente a un ordenador también puedan poner en riesgo su salud auditiva durante su jornada laboral.

Auriculares y Fatiga Auditiva

Teletrabajar significa trabajar en un lugar en el que, para hablar con los compañeros, es necesario recurrir a una llamada de teléfono o a una videollamadas. Debido al aumento del teletrabajo, se ha generalizado el uso de estos servicios para llevar a cabo reuniones, recibir formación o participar en charlas y jornadas.

Para poder escuchar al interlocutor o interlocutores, se utilizan auriculares. Los auriculares, especialmente los que se introducen en el conducto auditivo (de botón), pueden poner en riesgo la salud auditiva. Un volumen excesivo o los pitidos y ruidos que producen las conexiones fallidas, son perjudiciales para los oídos.

Si las llamadas son constantes, como sucede con los teleoperadores, que deben atender telefónicamente a los clientes, los oídos se cansan y se puede producir fatiga auditiva. Se trata de una disminución de la audición que, afortunadamente desaparece, si se deja descansar el oído durante un tiempo.

Teletrabajo y Protección Auditiva

Para proteger los oídos mientras se teletrabaja y se utilizan auriculares, es preciso limitar el sonido de entrada a 80 decibelios. Para poder oír bien y no tener que elevar el volumen, es preciso evitar que haya ruido alrededor (mejor conectarse en una habitación sin aparatos eléctricos o en la que no llegue el ruido de la actividad vecinal).

También es aconsejable dejar descansar los oídos. Del mismo modo que es conveniente hacer descansos para estirar las piernas o mirar a través de la ventana (para descansar los músculos oculares), es conveniente dejar que los oídos dejen de trabajar.

Es preferible utilizar auriculares de diadema, para evitar que los de botón dificulten la autolimpieza de los conductos auditivos. En este sentido, es fundamental recordar que los oídos se limpian por sí solos y que es muy peligroso introducir objetos en los oídos (todavía hay quien introduce clips u otro tipo de material de oficina para retirar la cera de los oídos.

Y si, después de las conexiones o de una jornada de trabajo, se notan pitidos o aparecen problemas para oír correctamente, es muy importante acudir al especialista para que compruebe el estado de la audición.