Los teléfono móviles inteligentes, conocidos por muchas personas por su denominación en inglés; smartphones, se han convertido en mucho más que unos aparatos para llamar por teléfono. En varias ocasiones hemos hablado en este mismo blog de aplicaciones que se han desarrollado para ayudar a personas con problemas de audición. (Ver artículo)

Las aplicaciones, o apps, son programas que se instalan en un dispositivo móvil (un teléfono o una tableta). Normalmente añaden nuevas características al equipo tratando de cubrir una necesidad o de aportar una diferenciación. En muchas ocasiones las aplicaciones tienen un carácter lúdico, pero otras veces son útiles en el terreno profesional o en el de la salud.

Pero al margen de las aplicaciones, los teléfonos móviles inteligentes, por sus características, ofrecen otras posibilidades. El desarrollo de accesorios es una de ellas.

 

Un accesorio para ver los oídos

La Universidad de Emory en Atlanta (EEUU) ha desarrollado un accesorio para teléfonos móviles que permite observar el interior del conducto auditivo y el tímpano a través de la cámara y de la pantalla del teléfono. Se llama CellScope Oto.

Este aparato está compuesto por una serie de lentes y una fibra óptica para la iluminación. Se acopla a la carcasa del teléfono móvil y aprovecha la cámara de éste para poder ver el interior del conducto auditivo. Según sus desarrolladores la calidad de la imagen obtenida es “similar a lo que se observa a través de un otoscopio” en una consulta médica.

Además, las imágenes pueden capturarse como una fotografía o un vídeo.

Junto al accesorio, se ha desarrollado una app. Además de enseñar cómo realizar un examen con el aparato, conecta al usuario del teléfono con una red de pediatras para ayudar a interpretar las imágenes y ofrecer un diagnóstico.

 

Seguimiento médico a distancia

Gracias a este accesorio los padres pueden enviar las fotografías tomadas o los vídeos a través del teléfono móvil a su doctor que será quien, en último caso, pueda interpretar las imágenes y resolver si el niño tiene una infección en el oído (la causa más frecuente del dolor de oídos en niños) o cualquier otro problema. De esta manera, el paciente no tendrá que desplazarse a la consulta del doctor evitando molestias y tiempos de espera.

De hecho, se puede realizar un seguimiento periódico “a distancia” para comprobar la evolución del oído del paciente.