Los motoristas saben que, uno de los inconvenientes de conducir a gran velocidad en sus vehículos es el ruido del aire. Este ruido aumenta conforme lo hace la velocidad, pudiendo sobrepasar los 100 decibelios. Exponerse a este nivel de decibelios durante más de 15 minutos supone un peligro para la salud auditiva. Además, provoca otra serie de molestias que pueden afectar a la seguridad del conductor. ¿Qué puede hacer un motorista para evitar la aparición de problemas auditivos o la pérdida auditiva por este motivo? Hoy, hablamos de seguridad auditiva para los motoristas.

Seguridad auditiva para los motoristas

Los motoristas están más expuestos que otros conductores al ruido del tráfico que se produce en la carretera. El ruido que genera el tráfico es uno de los que genera mayor contaminación acústica y que más puede afectar a la salud auditiva de las personas.

En el caso de los motoristas, a los ruidos provocados por los motores de los coches, las bocinas o los frenazos, se suma el ruido que provoca el aire al chocar sobre el casco. Y es que, al no disponer el vehículo de carrocería externa, es el casco el que recibe el impacto del aire. El aire, al colarse por las pequeñas rendijas del casco, provoca un ruido constante e intenso que se eleva conforme aumenta la velocidad de la moto.

Se estima que, por encima de los 100 kilómetros por hora, el ruido puede alcanzar los 100 decibelios. Sin embargo, por encima de 85, el oído comienza a sufrir y, si la exposición es prolongada, la persona expuesta al mismo puede desarrollar problemas auditivos o incluso pérdida de audición.

Disminuir el ruido del aire

Cuando circular a poca velocidad no es una opción, es necesario hacer lo posible por reducir el impacto del ruido en los oídos. Como éste se produce al acceder el aire al interior del casco, la mejor opción pasa por disponer de un casco lo más hermético posible. Hay que comprobar que la visera del casco cierra perfectamente impidiendo que el aire se cuele. En muchos casos, el aire entra por la zona de la barbilla. Para evitarlo se puede utilizar un protector de barbilla adicional. Los bloqueadores de viento son de espuma y se colocan bajo la barbilla y en torno al cuello. Impiden que el aire entre al interior, reduciendo el ruido.

Los cascos con forma aerodinámica logran un doble objetivo; una mayor velocidad, al ofrecer menos resistencia al aire, y menor ruido.

Una exposición prolongada a un ruido que supera los 85 decibelios puede provocar fatiga auditiva que afecta a la seguridad de la conducción. La fatiga auditiva hace que el conductor se muestre más cansado, estresado e irritable. El cansancio al conducir es una de las causas más frecuentes de accidentes.

Utilizar tapones para los oídos que logren disminuir los decibelios que acceden al interior de los oídos, no está permitido. Mantener una buena audición es fundamental en la carretera para que el conductor sepa en todo momento lo que sucede alrededor y pueda reaccionar lo antes posible y de la manera más segura.

En los viajes largos es conveniente hacer paradas cada cierto tiempo para dejar descansar los oídos. Las revisiones auditivas periódicas también son recomendables para detectar cualquier complicación auditiva que pueda estar motivada por una exposición continua a un exceso de decibelios.

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