El 13 de julio se celebra el Día Mundial del Rock. Este estilo musical, que nació en la década de los 60, se caracteriza por un ritmo enérgico en el que destaca la potencia de la batería y la guitarra eléctrica. Tanto los músicos como las personas que asisten a conciertos de rock ponen en riesgo sus oídos. Y es que, mientras la Organización Mundial de la Salud indica que el nivel de ruido que el oído humano puede tolerar sin riesgo para su salud son 55 decibelios, los conciertos superan con creces este límite. Hoy hablamos de rock y salud auditiva.

El Peligro de los Decibelios

Entre los conciertos de rock que generaron más ruido, destacan el ofrecido por la banda The Who en Londres en 1976. Alcanzó los 126 decibelios. Diez años más tarde, Motörhead llegó a los 130 y también alcanzó ese record la mítica AC/DC.

A pesar de las sensaciones positivas que se pueden derivar de la exposición a un volumen semejante, la parte negativa es que la salud auditiva de las personas que se ven sometidas a ese volumen, se ve afectada. En ocasiones, la pérdida auditiva se produce de manera instantánea. En otras ocasiones, la pérdida es progresiva. El daño se acumula en la cóclea y la audición se va deteriorando, haciéndose evidente después de unos años.

Se calcula que el 50% de los músicos desarrollan problemas auditivos a lo largo de su carrera profesional. Estar sometidos a un volumen elevado en grabaciones y conciertos termina pasando factura.

Según el Observatorio de Prevención Auditiva para los músicos, además de la pérdida auditiva, el 25% de los músicos desarrolla hiperacusia, acúfenos, diploacusia o intolerancia a sonidos de un nivel normal.

Son muchos los ejemplos de músicos que ha sufrido problemas de audición. Uno de los más destacados fue el del vocalista del grupo de rock AC/DC, Brian Johnson, que tuvo que retirarse de los escenarios para evitar perder totalmente la audición. Otros, como el batería de Metallica y también su vocalista, llevan años sufriendo tinnitus. El guitarrista de The Who también ha reportado problemas de audición después de pasar años subido a escenarios y expuesto a un exceso de decibelios de manera habitual. Precisamente por su experiencia, alerta a los jóvenes del peligro que supone escuchar música a través de sus auriculares a un volumen excesivo.

Rock y Salud Auditiva

Afortunadamente para los amantes de este tipo de música, disfrutar de los conciertos de rock, sin que se vea afectada la audición, es posible. Para ello es recomendable evitar situarse cerca de los altavoces, que suelen estar en el escenario. En los conciertos que se organizan en grandes lugares, como estadios de fútbol, son varios los puntos en los que se dispone la salida de audio. Es importante evitar permanecer cerca.

Una buena opción para disfrutar del concierto sin que sufra la audición es utilizar tapones a medida contra el ruido. Estos tapones se fabrican a la medida del conducto auditivo de cada persona. De esta manera se adaptan perfectamente por lo que resultan confortables y pueden ser utilizados durante horas.

Los tapones reducen el volumen de decibelios que acceden al interior del oído, protegiéndolos.

Después de acudir a un concierto es normal oír ruidos durante un tiempo. Esta sensación suele desaparecer después de unas horas. Si no es así, es muy importante acudir a un especialista para que valore la situación. El ruido puede provocar la aparición de acúfenos o empeorarlos si ya existen.

En el día mundial del rock, disfruta de tu música favorita, pero hazlo moderando el volumen. Y si vas a acudir a conciertos este verano, ¡pásate a Audiocentro a por tus tapones a medida! Recuerda que la audición que se pierde, no se recupera.