El 22 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Música. Este día sirve para poner en valor el papel que la música tiene para las personas y los beneficios que se derivan de escuchar música a diario. Sin embargo, como sucede con todas las cosas que son positivas, un exceso o mal uso de las mismas, suele tener consecuencias negativas. En este caso, nos referimos a un exceso en los decibelios. Hoy, hablamos del riesgo de la música para la salud auditiva.

Riesgo de la Música para la Salud Auditiva

Los oídos del ser humano están diseñados para captar las ondas que se producen en el aire cuando se produce cualquier sonido. Una vez llegan al oído, éste las procesa y las envía, a través de los nervios auditivos, al cerebro para que las interprete. Se completa entonces la audición.

Sin embargo, los sonidos elevados son perjudiciales para el oído interno. Por sonidos elevados nos referimos a aquellos que superan los 85 decibelios. El nivel de ruido recomendado por la Organización Mundial de la Salud es de 65 decibelios. Si la exposición es superior a 85 dB, ya hay riesgo de pérdida auditiva crónica. La OMS añade que si la exposición se repite en el tiempo o supera los 100 dB, el riesgo de pérdida auditiva es inmediato.

Hoy en día son dos los colectivos que ponen en peligro su audición como consecuencia de una excesiva exposición a la música. Por un lado, los músicos profesionales, y por otro, las personas que escuchan música con sus auriculares, de manera continua, y a un volumen excesivo.

Entre los primeros se encuentran los cantantes y los músicos de grupos y bandas. En los últimos años cantantes, baterías o guitarristas están dando a conocer sus problemas de audición. Las horas de ensayo y los conciertos a lo largo de años, sin protección, pasan factura a los oídos hasta el punto de desarrollar pérdida auditiva o la aparición de otros problemas auditivos como el tinnitus.

También los músicos de orquestas ponen en riesgo su salud auditiva a diario. Así lo indica el Observatorio de Prevención Auditiva para los Músicos. Además, el daño es acumulativo. Según estudios realizados, los músicos que más años llevan en orquestas, son los más afectados por problemas de audición.

Prevención para Proteger la Audición

La mejor manera de proteger la salud auditiva es llevando a cabo medidas de protección.

En este sentido, es conveniente que los músicos utilicen protección auditiva (tapones) que les permita seguir escuchando la música en los ensayos y conciertos, pero reduciendo los decibelios que llegan al interior de sus oídos. Siempre que sea posible, es recomendable reducir el volumen de la música durante los ensayos. Es preciso además, dejar descansar los oídos durante algunas horas entre ensayos y especialmente después de los conciertos. La mejor manera de ayudar a los oídos a relajarse es buscar el silencio.

En cuanto a las personas que utilizan auriculares a diario, la prevención pasa por bajar el volumen. Es habitual que las personas escuchen música mientras se desplazan de un lugar a otro en transporte público, caminan por la calle o salen a correr. El ruido del entorno compite con el sonido que sale de los auriculares por lo que es habitual que los usuarios eleven el volumen de la música para poder oírla mejor. Sin embargo se trata de una práctica muy peligrosa ya que los decibelios de los auriculares se suman a los del entorno, exponiendo a los oídos a un volumen muy por encima de lo recomendable.

Los auriculares envolventes, que minimizan el ruido del exterior, son la mejor opción para cuidar la salud auditiva. También los auriculares de conducción ósea protegen los oídos ya que permiten escuchar música manteniendo los oídos libres. 

La protección auditiva también pasa por acudir a revisiones auditivas de manera periódica y siempre que se detecta un cambio en la audición. ¡Disfruta de la música, pero protegiendo tus oídos!