La esperanza de vida de la población, especialmente en los países llamados desarrollados o del primer mundo, es cada vez mayor. Esto significa que cada vez vivimos más años y con mejor calidad de vida. Sin embargo, el paso del tiempo determina, de manera inexorable, la pérdida de capacidades físicas tales como la capacidad auditiva.

La pérdida de audición como consecuencia de la edad es común a cualquier persona. Es lo que se conoce como presbiacusia y se hace evidente a partir de los 60 años.

La pérdida auditiva, en una etapa inicial, suele pasar desapercibida a la persona que la padece ya que los sonidos que se pierden en una conversación son completados por el contexto fácilmente. Sin embargo, poco a poco la situación se complica y, si no se actúa sobre la pérdida de audición, se puede dejar de entender palabras enteras haciendo muy difícil la comprensión global.

La dificultad para recibir información del entorno, y por tanto para comunicarse, afecta a las personas de tal modo que termina afectando a su salud psicológica.

Causa de depresión

Esta semana hemos conocido un estudio, elaborado por el departamento de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid y el Ciber de Salud Mental en colaboración con investigadores del Parque Sanitario San Joan de Dèu (Barcelona) y el King`s College London (Reino Unido) que concluye que experimentar síntomas depresivos de manera continua en la tercera edad se relaciona con problemas de salud y de baja calidad de vida.

El estudio ha identificado la relación entre los síntomas depresivos y ciertos factores de salud como la pérdida visual o auditiva.

Otro estudio previo realizado por el Hospital Johns Hopkins en Estados Unidos, ponía de manifiesto que las personas mayores con pérdida de audición sin tratar son más propensas a ser hospitalizadas y sufrir periodos de depresión.

Audífonos para luchar contra la depresión

Controlar la pérdida de audición es fundamental y para logarlo las revisiones auditivas son prioritarias. Es conveniente, a partir de los 45 años, comenzar a realizar revisiones auditivas anuales para detectar lo antes posible, cualquier desviación sobre los parámetros habituales.

El uso de audífonos frena la pérdida y potencia la audición. Además, facilita la participación en actividades sociales evitando de esta manera el deterioro cognitivo.