Oír no es tan sencillo como puede parecer. Para conseguirlo, el oído debe captar el sonido y transmitir al cerebro los impulsos eléctricos necesarios para que éste los decodifique. Cuando algo no funciona bien en el oído, la audición es débil, confusa o inexistente. Sin embargo, hay ocasiones en las que los problemas para oír no radican en el oído, sino en el cerebro.

Los estímulos sonoros que captan los dos oídos, se unen en el cerebro de tal modo que éste es capaz de sumar la información de ambos y completarla. Así, aunque un oído escuche la mitad de una palabra y el otro oído, la otra mitad, el cerebro será capaz de descodificar la palabra completa.

A pesar de que la información sonora se complementa, en situaciones de mucho ruido, utilizamos, de manera recurrente, el oído derecho.

Estudios realizados por la Universidad de Auburn en Alabama (Estados Unidos) ponen de manifiesto que, cuando hay muchos estímulos cognitivos (conversaciones o ruido de fondo), el oído derecho procesa mejor la información.

Escucha Dicótica

La Escucha Dicótica es una técnica utilizada desde los años 60, que sirve para conocer la predominancia de uno u otro hemisferio cerebral, para determinadas funciones cognitivas. Se basa en el hecho de que, tal y como hemos explicado, los estímulos sonoros que captan los dos oídos, se mezclan en el cerebro.

A través de la escucha dicótica se envían estímulos sonoros distintos en cada oído. Las proyecciones de la vía auditiva hacia la corteza cerebral son inhibidas con el fin de que el sonido que recoge cada oído se proyecte sólo en el hemisferio cerebral opuesto. Se elimina esa mezcla y así, si se detecta un déficit en un oído, se puede determinar una lesión en un hemisferio cerebral.

En el test de escucha dicótica es común que el individuo identifique más estímulos (sílabas) por el oído derecho.  Es lo que se denomina ventaja del oído derecho.

Esto se explica porque, en la mayoría de las personas, el lenguaje se representa en el hemisferio izquierdo. Es este hemisferio el que controla el habla, el desarrollo del lenguaje y partes de la memoria.

Según los investigadores, los niños entienden y recuerdan mucho mejor lo que se dice cuando escuchan con el oído derecho.

Cuando el individuo crece esta diferencia entre oídos desaparece. No obstante, en situaciones de mucho ruido (por ejemplo en una discoteca) el oído derecho vuelve a afinarse y a captar mejor que el izquierdo la información que se transmite.