Cuando llega el otoño y bajan las temperaturas es habitual sufrir constipados o infecciones víricas que pueden llegar a afectar a los oídos. La infección del oído más frecuente, especialmente en esta época del año, es la otitis media. Se trata de la infección de la parte del oído que se encuentra detrás de la trompa de Eustaquio. Como cualquier otra infección del oído, es dolorosa y puede afectar a la audición. Hoy, en nuestro blog de salud auditiva te contamos cómo proteger los oídos en otoño para evitar la otitis media.

Proteger los Oídos en Otoño para Evitar la Otitis Media

Los oídos están conectados con las fosas nasales a través de unos pequeños conductos denominados trompas de Eustaquio. Estos tubos conectan el oído medio y la parte posterior de la garganta, la rinofaringe. Permiten regular la presión del oído para evitar que se puedan producir daños en el tímpano. Una de las funciones principales de estos tubos consiste en facilitar la salida de los mocos para que no se acumulen.

Sin embargo, los constipados o los procesos víricos aumentan de manera notable la secreción de mocos lo que, en muchos casos, dificulta el drenaje de los mismos por parte de la trompa de Eustaquio. En estos casos, los mocos se pueden acumular en el oído medio, provocando una infección y posterior inflamación de esta zona. Es lo que se conoce como otitis media.

Cuando las infecciones de oído duran mucho tiempo o aparecen con frecuencia, se denominan infecciones crónicas de oído.

Prevención y Tratamiento de la Otitis Media

Los niños pequeños son los más propensos a sufrir episodios de otitis media. Esto es debido a que las trompas de Eustaquio son más pequeñas y se obstruyen con mayor facilidad. De hecho una gran mayoría de los niños presentan al menos un episodio de otitis durante los primeros años de vida.

La otitis media se manifiesta con dolor en la zona y fiebre. Los bebés, que aún no pueden expresar dolor, estarán molestos, sensibles e irritables.

La mejor manera de prevenir la otitis media es tratar de evitar los resfriados. Para ello es conveniente evitar los cambios bruscos de temperatura y protegerse del frío en espacios abiertos. La bufanda es un buen aliado para mantener la boca y las fosas nasales calientes.

No obstante, es complicado que los pequeños no se constipen. Cuando esto sucede, hay que tratar de que las fosas nasales permanezcan limpias de mocos. Los lavados nasales con suero fisiológico son una buena opción para lograrlo.

Por otra parte, la otitis media puede tener un origen vírico o bacteriano. Por eso, los niños que acuden a guarderías o colegios, tienen más probabilidades de desarrollar esta infección.

Afortunadamente, la otitis media suele desaparecer después de unos días y sin necesidad de usar antibióticos. Es preciso tratar el dolor con analgésicos y la fiebre con antitérmicos. En caso de que, pasados dos o tres días, la situación no mejore, es conveniente acudir al médico para que determine el tratamiento a seguir.