A mediados del mes de junio, coincidiendo con la subida de los termómetros y el final de las clases escolares, se abren las piscinas municipales. Se trata de un lugar de gran diversión para todo el mundo, y especialmente para los pequeños de la casa.

Zambullirse, nadar, jugar…son algunas de las actividades que realizan en las piscinas. Nuestros oídos no disponen de un mecanismo que les permita cerrarse al exterior. Por este motivo, el agua accede al conducto auditivo cada vez que nos metemos en la piscina.

No hay problema en que el agua moje nuestros oídos. El problema puede comenzar si no secamos correctamente los oídos después del baño. Y es que el conducto auditivo es un lugar ideal para que puedan proliferar las bacterias. Allí disponen de oscuridad y humedad.

Es muy importante recordar que no debemos introducir ningún objeto en el conducto auditivo; ni bastoncillos de algodón ni cualquier otro utensilio alargado. Hacerlo puede ser muy peligroso para la salud auditiva ya que, al empujar la cera hacia el fondo del oído, esta puede dañar el tímpano y las delicadas estructuras del interior del oído.

Se suele decir que el oído se limpia con el codo para explicar que la mejor manera de tener los oídos limpios es dejar que se limpien solos. Lo mismo podemos aplicar al secado de los oídos.

 Secar los Oídos

Al salir de la piscina es conveniente secar los oídos con una toalla. Otro recurso que puede ser útil es el secador. Después de la ducha, en la que se eliminan los restos de cloro del agua de la piscina, muchas personas utilizan el secador para secar el cabello. Dirigir el aire cálido del secador a los oídos puede ayudar a eliminar la humedad de su interior.

Si el conducto auditivo permanece húmedo durante mucho tiempo pueden proliferar bacterias. Las bacterias pueden provocar una infección en la zona; otitis.

La otitis provoca un dolor en los oídos que, en la mayoría de los casos, obliga a acudir al médico y a tomar antibióticos para luchar contra la infección. Hay personas que son más propensas a encadenar episodios de otitis con el consiguiente riesgo para la salud auditiva.

Tapones para los Oídos

Para evitar la otitis existe una solución sencilla. Se trata del uso de tapones a medida para los oídos. De esta manera se evita la entrada del agua y se eliminan las probabilidades de sufrir una infección.

Aunque existen tapones para el agua de muchos tipos, dependiendo de las necesidades del usuario, los tapones a medida son los más eficaces. Están realizados con materiales que otorgan mayor confort durante horas. Además, al realizarse a la medida del conducto auditivo de cada individuo, se adaptan perfectamente al mismo. No se salen y permiten disfrutar de cualquier entorno acuático, evitando el riesgo para los oídos.