La exposición a niveles de ruido elevados durante el tiempo de trabajo tiene efectos directos sobre la audición. Estos efectos son progresivos por lo que los trabajadores no son conscientes de ellos hasta que se hacen evidentes y no tienen solución. Exponerse a un ruido elevado durante horas, no solo provoca pérdida auditiva. También pueden aparecer otros problemas auditivos que incapaciten a la persona para comunicarse o para oír correctamente lo que sucede alrededor. Otro de los riesgos de un exceso de decibelios es el desarrollo de tinnitus que afectan a la calidad de vida del individuo. Hoy, a unos días de que se celebre el Día mundial de la Seguridad y Salud en el trabajo, hablamos de Protección Auditiva en el Entorno Laboral.

Protección Auditiva en el Entorno Laboral

El ruido que se produce en algunos puestos de trabajo pone en riesgo la audición de miles de trabajadores. A partir de una media de 85 decibelios durante 8 horas el empleador debe facilitar a sus empleados protección contra el ruido.

Existen diferentes tipos de protección contra el ruido; orejeras y tapones contra el ruido. Algunos tapones están diseñados para que el trabajador se los pueda quitar de manera frecuente siempre que lo requiera su ocupación. Estos no se introducen en el conducto auditivo y no ofrecen tanta protección auditiva.

Más protección ofrecen sin duda, los tapones para el ruido a medida. Estos se fabrican a la medida del conducto auditivo de cada persona. Con ello se consigue que cierren perfectamente el oído evitando o reduciendo el volumen de decibelios que consigue acceder al oído interno. Además, los tapones a medida son cómodos y pueden ser utilizados durante horas sin problema.

Los profesionales de Audiocentro realizan estos tapones tomando los moldes del conducto auditivo. Se trata de algo sencillo, rápido e indoloro. Los tapones a medida para el ruido protegen al trabajador en su entorno laboral.

Trabajos Ruidosos

No sólo los trabajadores de grandes industrias están expuestos cada día a demasiados decibelios. También lo están los carpinteros, albañiles, leñadores, basureros, jardineros y todos aquellos que trabajan con máquinas que provocan ruido (peluqueros, dentistas…).

En ocasiones no somos conscientes de los decibelios que nos rodean. El problema es que el oído no recibe el sonido de una única fuente. Permanece abierto para la captación de todos los sonidos que nos rodean. Los decibelios procedentes de diferentes lugares se suman pudiendo llegar a sobrepasar el límite a partir del cual la audición comienza a sufrir.

La pérdida de audición inducida por ruido puede ser repentina o manifestarse después de un tiempo. El daño auditivo suele estar provocado por una sobreexposición al ruido y puede afectar a personas de cualquier edad.

La mejor manera de evitar los problemas auditivos pasa por la prevención.