Uno de cada cinco menores de entre 6 y 18 años residente en Ciudad de México presenta daño auditivo inducido por ruido recreativo. Se trata de un dato muy preocupante que se ha conocido tras la publicación de un estudio científico.

El estudio, realizado por la fonoaudióloga, otoneuróloga y foniatra mexicana, Ileana Gutiérrez Farfán, se ha publicado en la revista científica “Salud pública de México”. Tras analizar la audición de cerca de medio millar de estudiantes de esta ciudad mexicana, se detectó que el 20% de los jóvenes mostraban un incremento en la cantidad de decibelios para obtener respuesta en la frecuencia de 6.000 Hertz.

La pérdida de audición motivada por actividades recreativas tales como el uso de auriculares para escuchar música, es lenta pero progresiva y no recuperable. Se trata de un problema que afecta a niños y jóvenes de todo el mundo y del que la Organización Mundial de la Salud ya viene alertando desde hace tiempo.

El resultado del estudio mexicano es, con mucha seguridad, extrapolable a otros países. En todo el mundo los jóvenes pasan mucho tiempo escuchando música a través de sus auriculares sin tener en cuenta el volumen al que lo hacen.

Demasiado volumen afecta a las células ciliadas del oído, encargadas de transmitir la audición al cerebro. El daño en las células puede provocar problemas temporales o definitivos.

El volumen recomendado por la OMS para el ser humano está fijado en 85 decibelios. A más decibelios, menor tiene que ser el tiempo de exposición a la fuente de sonido si se quiere mantener la salud auditiva.

Las tabletas y los teléfonos móviles pueden tener una salida de audio por encima de los 100 decibelios. Exponerse a este volumen durante más de 15 minutos al día puede afectar a la audición.

Prevención

Para evitar problemas en la audición, es aconsejable escuchar música a un volumen moderado. Por encima de 90 decibelios habría que evitar usar los auriculares. Una buena manera de saber si el volumen es excesivo es comprobando que las personas que están cerca del que escucha música con auriculares no pueden oírla.

Es conveniente reducir el tiempo de exposición para proteger de esta manera las células ciliadas. Dejar descansar los oídos durante unos minutos, antes de continuar escuchando música, también es una práctica recomendable.

Si al dejar de escuchar la música, se padecen zumbidos en los oídos, puede tratarse de fatiga auditiva. En ese caso se recomienda dejar de escuchar música hasta que los zumbidos desaparezcan.  Si el problema persiste, lo mejor es consultar a un especialista.

Revisar la audición de manera periódica es la mejor forma de mantener la salud auditiva controlada y detectar cualquier posible cambio.