El aparato auditivo se termina de desarrollar aproximadamente en el tercer mes y medio de embarazo. A partir de ese momento, el feto comienza a captar los sonidos intrauterinos y, a partir del cuarto mes, puede captar los sonidos del exterior que comienzan a filtrarse.

La mayoría de los niños puede oír desde antes incluso de su nacimiento. Gracias al oído, aprenden a hablar, imitando los sonidos de las personas que se encuentran a su alrededor. Sin embargo, los niños que no pueden oír o tienen problemas de audición severos, no pueden adquirir las destrezas del lenguaje.  Algo que afecta a su desarrollo emocional e intelectual.

Por ello, es imprescindible detectar cuanto antes los posibles problemas en la audición de los bebés. Éstos deben someterse a pruebas auditivas antes de cumplir un mes de edad. Con la detección precoz en los recién nacidos se puede llegar al diagnóstico de hipoacusia antes de los 6 meses, frente a los 2 años de media en los niños a los que no se les hacen las pruebas al nacer.

Por todo esto, en España la Comisión para la Detección Precoz de la Hipoacusia recomienda, desde 1999, hacer la prueba del cribado auditivo a todos los niños recién nacidos. El Ministerio de Sanidad y Consumo y las comunidades autónomas aprobaron en 2003 el programa de Detección precoz de la Hipoacusia en recién nacidos, para su implantación a nivel estatal.

La prueba se suele realizar entre las 12 y las 48 horas de vida del bebé, antes de su salida de la maternidad. Si no es así, se debe realizar en el primer mes de vida.

 

Prevención de la pérdida de audición en niños

Los problemas auditivos en niños pueden ser temporales o permanentes. Algunas veces, las infecciones de oído, las lesiones o las enfermedades pueden afectar el oído mismo.

En la infancia, la mayoría de los niños experimentan pérdidas de audición temporales debido a la existencia de cerumen u otitis media. La otitis media es dolorosa para el niño y puede dar lugar a una pérdida de audición, por lo que debe ser tratada rápidamente por un profesional.

Para prevenir la pérdida de audición en los niños,  la higiene del oído es fundamental. Es necesario limpiar los oídos por fuera y con la punta de una toalla. El baño o ducha supone el mejor momento para la higiene.

No expongas al niño, ni permitas que se exponga, a ruidos fuertes o intensos como cohetes o música. Vigila también el volumen del televisor.

Una alimentación saludable ayudará a mantener la buena salud auditiva del menor. Se recomienda una dieta variada, rica en frutas y verduras y baja en grasas saturadas.

El uso de gotas para los oídos debe limitarse estrictamente a la prescripción médica.

Y recuerda que cuanto antes se detecte el problema y se ponga un tratamiento, mejores resultados se obtendrán. Si el problema de audición es permanente, es importante considerar el uso de audífonos y otras opciones de comunicación antes de los seis meses de edad.

Las revisiones periódicas en los niños son recomendables para comprobar que no se desarrollan problemas auditivos y que, si los hay, se pueden tratar a tiempo.

En Audiocentro también cuidamos la salud auditiva de los niños y revisamos sus oídos. Localiza tu Audiocentro más cercano y ven a visitarnos.