Hoy en día es habitual que los fumadores conozcan los peligros para la salud que se derivan del consumo de tabaco. Sin embargo, aprovechando que el 31 de mayo es el día mundial Sin Tabaco, queremos añadir un nuevo problema a la lista de peligros; los problemas para la audición. Por eso hoy vamos a hablar en este artículo de la salud auditiva de los fumadores.

 Tabaco y Circulación Sanguínea

Los últimos estudios realizados sobre el particular destacan el hecho de que el tabaco es un factor de riesgo para la audición ya que aumenta el riesgo de pérdida auditiva y de aparición de problemas auditivos, como el tinnitus.

El tabaco afecta a la circulación sanguínea. El 70% de los fumadores desarrolla alteraciones en las arterias. El tabaquismo reduce la concentración de oxígeno en sangre y hace que ésta sea más densa por lo que favorece la creación de coágulos que pueden provocar  problemas en órganos como el corazón, el cerebro y en los oídos.  Estas complicaciones circulatorias hacen que las personas que fuman de manera habitual, tengan un mayor riesgo de sufrir hipertensión.

Los oídos son unos órganos muy sensibles y su funcionamiento puede verse  afectado si la circulación de la sangre que riega las diferentes partes del oído, no es la correcta. Los problemas circulatorios hacen que llegue menos oxígeno al oído interno o al nervio auditivo.

Las células ciliadas son receptores neurosensoriales y son fundamentales para la audición. Son las encargadas de enviar la información al cerebro, a través del nervio auditivo, para que éste pueda interpretar los sonidos y se lleve a cabo la audición. Si las células ciliadas no reciben el oxígeno que necesitan pueden verse afectadas e incluso morir. Estas células no se regeneran por lo que, llegado el caso, la persona puede perder la audición de manera definitiva.

Salud Auditiva de los Fumadores

Fumar afecta a la salud auditiva de los fumadores. Según datos del último estudio realizado en Japón, las personas fumadoras, o aquellas que permanecen expuestas al humo del tabaco durante diez horas al día, tienen hasta un 60% más de probabilidades de desarrollar pérdida auditiva que los no fumadores.

Otro problema relacionado con el tabaquismo es el tinnitus. Las personas que lo padecen sufren ruidos o zumbidos en los oídos sin que exista una fuente externa que los provoque. Aunque hoy en día no se conoce con exactitud cuál es el resorte que hace que se desarrolle el tinnitus, sí se saben que hay factores que contribuyen a que se active o a que empeore.

Entre estos factores destacan el ruido, el alcohol y el estrés. Los efectos de la nicotina sobre el sistema vascular también se asocian con el tinnitus.

En definitiva, las personas que están expuestas al humo del tabaco, ya sea de manera activa o pasiva, pueden desarrollar problemas auditivos. La pérdida auditiva no es reversible por lo que es importante cuidar la salud auditiva y evitar todo aquello que pueda ser perjudicial para la misma. Por ejemplo, el tabaco.