La hiperacusia es un síndrome en el que, la persona que lo padece, sufre dolor ante sonidos cotidianos. En función del grado de hiperacusia, el dolor puede llegar a ser muy intenso. Recientemente, los medios de comunicación se han hecho eco del caso de una mujer británica que sufre una hiperacusia tal que ha tenido que distanciarse de su familia, su trabajo y del mundo que le rodea y debe usar, de manera continua, unos auriculares protectores de ruido. Asegura que el dolor que sufre cuando oye sonidos que pasarían desapercibidos para el resto de las personas, es “como si alguien le echara lava hirviente en los oídos y le ardiera la cabeza”. A raíz de esta noticia, hoy hablamos de la hiperacusia, las causas y los tratamientos

Causas, Tipos y Tratamiento de la Hiperacusia

La hiperacusia es una activación anómala de las neuronas de la vía auditiva. Su origen es físico pero todavía no se sabe por qué se desencadena. Algunos expertos creen que está ligado a la pérdida auditiva y que, ante esta pérdida, el cerebro activaría una especie de compensación, aumentando de manera desproporcionada, el volumen de los sonidos.

La hiperacusia ha sido relacionada con la exposición a un ruido impulsivo, con lesiones en la cabeza, estrés, algunos medicamentos, la enfermedad de Menière, migrañas, síndrome de Williams o depresión. Sin embargo, hoy por hoy, no se ha podido determinar científicamente cómo se desencadena la hiperacusia.

Afecta a entre un 9 y un 15% de la población y es más común entre las personas que padecen acúfenos. Se cree que hay personas más proclives a sufrirla que otras.

Los expertos hablan de dos tipos de hiperacusia: coclear y vestibular. La hiperacusia coclear es la más común y aparece junto con ataques de pánico, episodios de llanto, dolor de oídos y acúfenos. Por su parte, la hiperacusia vestibular incluye, además de lo anterior, episodios de vértigo y mareos al percibir determinados sonidos.

Tratamiento de la Hiperacusia

La hiperacusia afecta de manera directa a la calidad de vida de las personas que la padecen. Para evitar el dolor, éstas tienden a aislarse y evitan los contactos sociales.

Los tratamientos actuales se basan en la desensibilización acústica a través de terapias de reintroducción progresiva de sonido. Es habitual trabajar con terapias de ruido blanco o rosa. Los estímulos acústicos tratan de ayudar al cerebro a adaptarse a los sonidos diarios normales.

En ocasiones se prescriben fármacos que inciden sobre el mecanismo de la serotonina (relacionada con la aparición de la hiperacusia).

Es importante ponerse en manos del profesional médico para que trate de averiguar las causas de la hiperacusia y busque el mejor remedio para hacerle frente.