La noche de fin de año suele ser un momento de celebración. Sin duda este año, a pesar de las restricciones impuestas en nuestro país con motivo de la pandemia, también habrá momentos para festejar que el año 2020, uno de los más duros y tristes que nos ha tocado vivir, ha llegado a su fin.

En los últimos años se ha impuesto la moda de utilizar petardos y cohetes para demostrar esa felicidad. Tanto es así que su uso ya está regulado en muchos lugares porque las explosiones afectan tanto a personas como a animales.

La pólvora, al estallar, provoca un ruido muy fuerte y de manera prácticamente instantánea. Este ruido se conoce como ruido impulsivo y puede llegar a alcanzar los 140 decibelios. La Organización Mundial de la Salud establece en 85 dB el límite a partir del cual el ruido causa dolor y puede afectar a la salud auditiva.

Personas Sensibles al Ruido

Hay personas que pueden verse afectadas en mayor medida por el ruido que provocan los petardos y cohetes. Los bebés, los niños pequeños y las personas que utilizan audífonos o implantes cocleares son algunas de ellas.

Además de estas, hay otras personas a las que el ruido impulsivo les afecta de una manera dolorosa. Se trata de las personas con trastorno del espectro autista. Los autistas suelen tener hipersensibilidad auditiva por lo que los ruidos fuertes les afectan en mayor medida que a cualquier otra persona.

El ruido puede llevarles a autolesionarse por el dolor y el miedo que genera en ellos una agresión auditiva que no logran entender.

Pérdida de Audición y Acúfenos

Por otra parte, las personas que manipulan petardos y otro tipo de artefactos explosivos corren el riesgo de ver dañada su audición. La exposición a este tipo de ruido puede provocar daños en las células ciliadas del oído que, con el paso del tiempo favorecen la pérdida de audición precoz.

La aparición de acúfenos también puede deberse a la exposición al ruido impulsivo. En ocasiones, los acúfenos desaparecen después de unos días pero, en el peor de los casos, pueden convertirse en algo permanente.

Por todo ello, esta Nochevieja disfruta del momento pero evita el uso de este tipo de material para proteger tu audición y la de otras personas.

Desde Audiocentro te deseamos un ¡Feliz Año Nuevo!