La obesidad es una enfermedad grave caracterizada por la acumulación de grasa excesiva en el cuerpo. Cuando el índice de masa corporal (IMC), que es la relación entre el peso y la talla, es igual o superior a 30, hablamos de obesidad. La obesidad favorece la aparición de diferentes enfermedades que pueden ser muy peligrosas para la salud de la persona. Nos referimos a la hipertensión, la diabetes o el cáncer. Pero además de estos problemas existen otros. Entre ellos, hoy queremos hablar del peligro de la obesidad para la audición.

Causas y Consecuencias de la Obesidad

Según datos de la Encuesta Europea de Salud, el 53% de los españoles tiene exceso de peso. De ellos, el 36% padece sobrepeso y el 17% obesidad.

La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. Cuando no se gastan las calorías que se consumen, el organismo las acumula y va creando grasa en el cuerpo. Un tipo de vida sedentario unido a una dieta en la que predominan las grasas saturadas, el azúcar, los fritos y rebozados y los platos precocinados suele estar detrás de gran parte de los casos de obesidad.

Otros factores que pueden contribuir al desarrollo de la obesidad son los factores genéticos, la edad, el género y la raza. Consumir alcohol, dejar de fumar o la falta de sueño pueden contribuir a que la persona desarrolle sobrepeso y obesidad.

Las personas obesas tienen más riesgo de desarrollar diabetes, hipertensión, nivel alto de colesterol, ataques cardíacos, problemas óseos, apnea de sueño y algunos tipos de cáncer.

De manera indirecta, la obesidad también afecta a la audición pudiendo provocar pérdida auditiva.

Obesidad y Audición

La obesidad puede provocar pérdida de audición. La diabetes y la hipertensión son enfermedades que afectan a la sangre y la circulación sanguínea respectivamente. Para que el oído funcione de manera correcta y se pueda llevar a cabo el proceso auditivo, la sangre tiene que contar con el oxígeno y los nutrientes necesarios y regar todas las partes del oído de manera fluida.

Sin embargo, la diabetes que se desarrolla como consecuencia de la obesidad, la diabetes tipo 2, hace que se produzca una cantidad insuficiente de insulina que provoca que la glucosa se acumule en la sangre. Cuando hay un exceso de glucosa, se puede desarrollar cocleopatía diabética. Se trata de un problema relacionado con las células de la cóclea que puede producir hipoacusia.

Por otra parte, la hipertensión provoca alteraciones en el riego sanguíneo. Estas alteraciones en el oído pueden favorecer la aparición de acúfenos y la pérdida auditiva.

Protección de la Salud Auditiva

La mejor manera de evitar la pérdida auditiva derivada de los problemas de salud que son causados por la obesidad, es ir al origen del problema y actuar sobre el mismo.  Es importante mantener una alimentación basada en el consumo de frutas y verduras y en la que se eviten las grasas, los azúcares y el alcohol. Además, es conveniente llevar a cabo ejercicio y mantener una vida activa para tratar de perder las calorías que el cuerpo no necesita.

Es necesario que las personas con obesidad se pongan en manos de un especialista para abordar la enfermedad desde distintos ángulos y obtener así buenos resultados.

Actuando contra la obesidad, podremos proteger nuestra salud auditiva.