El último miércoles del mes de abril fue la fecha elegida para concienciar sobre el peligro del ruido. El ruido es un sonido inarticulado, sin armonía ni ritmo que se presenta como algo desagradable al oído. Millones de personas están sometidas en su día a día a altos niveles de ruido que afectan a su salud auditiva y provocan una serie de trastornos a nivel emocional que se traducen en otras complicaciones de salud general. Hoy, adelantándonos al Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido, queremos hablar de cómo el ruido afecta a las personas y qué podemos hacer para evitarlo.

Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido

En 1996 el Centro para la Audición y Comunicación estableció el último miércoles de abril para concienciar a la población sobre el peligro que supone el ruido para los seres humanos, instando a los poderes públicos a establecer los mecanismos necesarios para evitar o reducir el nivel de decibelios en diferentes entornos.

De manera progresiva, los entornos laborales se han ido adaptando a las normas establecidas para proteger la salud auditiva de sus trabajadores. Además, las fábricas se han ido trasladando a las afueras de las ciudades para evitar que la población quede expuesta al ruido que puedan generar.

Las administraciones públicas también han desarrollado una legislación respecto al ruido generado por los espacios de ocio (bares, discotecas…) para contribuir al descanso vecinal. Más complicado está resultando reducir el ruido que genera el tráfico, especialmente por la noche. Y eso que prácticamente el 50% del ruido que nos rodea procede de los vehículos (coches, motos, camiones, autobuses…).

Tal y como indica la OMS, la segunda amenaza ambiental más importante, después de la polución, es la contaminación acústica.

Efectos físicos y emocionales del Ruido

Está demostrado que el exceso de decibelios daña las células ciliadas del oído interno y puede provocar problemas de audición o incluso pérdida auditiva.  Pero el ruido no sólo afecta a la audición. La contaminación acústica genera problemas de estrés, nerviosismo e irritabilidad. Hay estudios que relacionan el ruido con cambios en el sueño, la presión arterial o la digestión.

Especialmente peligroso es el ruido nocturno que provoca una disminución en la cantidad y calidad del sueño lo que provoca falta de concentración y cansancio por el día.

La concienciación de los problemas derivados del ruido es muy importante para adoptar las medidas necesarias para reducir el ruido. Mientras se adoptan estas medidas, lo más recomendable es apostar por la prevención evitando, en la medida de lo posible, los lugares con mucho ruido. El uso de tapones contra el ruido a medida permite reducir la cantidad de decibelios que llegan al oído, evitando el daño auditivo.

Estos tapones son muy cómodos por lo que pueden ser utilizados durante horas. Permiten estudiar, concentrarse y dormir mientras se protege los oídos de los ruidos del entorno y del exceso de decibelios.

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