Un audífono es un dispositivo electrónico que amplifica y mejora el sonido para permitir una mejor comunicación en aquellas personas que tienen algún problema de audición. Los audífonos reciben el sonido a través de un micrófono que convierte las ondas sonoras en señales eléctricas.

Son unos aparatos pequeños realizados con una tecnología cada vez más avanzada. Los fabricantes innovan constantemente para incorporar nuevas funcionalidades con el objetivo de hacer más fácil y cómoda la vida de las personas que los utilizan.

Mucho han cambiado los audífonos actuales respecto a los de hace unos años. También en su tamaño. Hoy pasan casi desapercibidos ya que son más pequeños y se adaptan perfectamente a cada individuo. El propio usuario, muchas veces, olvida que lleva un aparato delicado en su oreja y, en ocasiones, eso se puede convertir en un problema…

Por ejemplo, a la hora de utilizar cremas, maquillaje, colonia o laca. Lo hacemos de manera automática, antes de salir de casa, cuando tenemos el audífono puesto y sin darnos cuenta de que todos estos productos pueden dañar el funcionamiento de estos delicados aparatos.

Calor y agua: problema

En verano, los usuarios de audífonos tienen que tener especial precaución con estos aparatos. El calor y el agua es un binomio que, al menos en nuestro país, está asociado al verano. Sin embargo, ninguno de los dos es recomendable si queremos que nuestro audífono tenga una larga vida.

Aunque algunos audífonos ya se fabrican con materiales resistentes al agua, hay todavía muchos otros en el mercado que pueden sufrir graves consecuencias si los mojamos sin querer.

En este sentido, antes de meternos en la piscina, echarnos agua por la cabeza para refrescarnos o cualquier otra acción similar, debemos acordarnos de que llevamos un aparato delicado que debe ser protegido.
Así que ya sabes, ahora en verano, cuando tengas calor, ¡quítate el audífono antes de refrescarte!