Aunque cada vez son más las personas en nuestro país que se deciden a utilizar la bicicleta para ir cada día a su puesto de trabajo, lo cierto es que su uso es, por encima de todo, una actividad de ocio. Por eso, cuando llega el buen tiempo son muchos los ciclistas que salen a la calles en ciudades o pueblos circulando por carreteras y caminos.

Es importante recordar que en España la bicicleta es considerada como un vehículo por lo que, a la hora de circular, los conductores deben cumplir las normas de circulación tal y como lo hacen los coches, camiones o motos. Los ciclistas, en las ciudades, deben circular por la calzada y cumplir de las señales de la vía (semáforos, señales de peligro, de prohibición…)

 

Los ciclistas y el uso de auriculares

En este sentido, lo que está prohibido para el conductor de un coche, también lo está para el conductor de una bicicleta. Un claro ejemplo sería la prohibición de utilizar cascos o auriculares de sonido mientras se está circulando.

Lo recoge el punto 2 del artículo 18 del Reglamento General de Circulación de esta manera: “Queda prohibido conducir y utilizar cascos o auriculares conectados a aparatos receptores o reproductores de sonido, excepto durante la correspondiente enseñanza y la realización de las pruebas de aptitud en circuito abierto para la obtención del permiso de conducción de motocicletas de dos ruedas cuando así lo exija el Reglamento General de Conductores.

Se prohíbe la utilización durante la conducción de dispositivos de telefonía móvil y cualquier otro medio o sistema de comunicación, excepto cuando el desarrollo de la comunicación tenga lugar sin emplear las manos ni usar cascos, auriculares o instrumentos similares.”

 

El sentido del oído alerta

Conducir es una actividad en la que, además de estar pendientes de lo que hacemos con el vehículo que manejamos, también debemos prestar mucha atención a lo que hace el resto de vehículos que circulan en la misma vía.

Mantener los oídos despejados se torna fundamental para poder saber lo que pasa a nuestro alrededor.  El oído complementa el sentido de la vista y le traslada una información a nuestro cerebro que decide cómo debemos reaccionar ante situaciones imprevistas; un frenazo, un vehículo que se aproxima por detrás, el aviso de un peatón…

Por tanto, utilizar auriculares para escuchar música mientras se disfruta del buen tiempo, a la vez que se lleva a cabo un ejercicio saludable, podría ser agradable, pero no está permitido. Tampoco está permitido utilizar auriculares para hablar por teléfono por los mismos motivos.

Así que, ya sabes, si usas la bicicleta por calles o carreteras, no uses auriculares. Mantén alerta los cinco sentidos, dejando libre el conducto auditivo. De esta manera sabrás, en todo momento, lo que sucede con vehículos y peatones y podrás evitar posibles accidentes.