Cuando llega el invierno, la lluvia y los días húmedos, hay que recordar lo importante que es mantener los audífonos secos. La humedad es el gran enemigo de los audífonos. Los componentes electrónicos de los audífonos se estropean con el agua y la humedad.

Para mantener el audífono en las mejores condiciones posibles y alargar su vida útil, se aconseja a los usuarios quitar las pilas durante la noche y mantener abierto el compartimento. También es conveniente el uso de deshumificadores.

Deshumidificadores

Los deshumidificadores son unos pequeños recipientes en los que se introducen los audífonos y que sirven para absorber la humedad y desinfectar los aparatos.

Hay dos tipos de deshumidificadores. Los que utilizan sistemas electrónicos y los que se basan en un sistema químico. Los primeros generan calor gracias a su circuito electrónico y ese calor constante es el que elimina la humedad que se ha podido acumular en el interior de los audífonos.

El segundo tipo de deshumidificadores utilizan una pastilla especial que se introduce en el recipiente cerrado durante unas horas y que puede absorber la humedad. La pastilla debe cambiarse cada vez que ésta cambie de color (cada 2 ó 3 días). Tanto los aparatos deshumidificadores como las pastillas suelen estar disponibles en el centro auditivo en el que se adquiere el audífono.

Hay algunas marcas de audífonos que han diseñado un recipiente cargador de audífonos que también actúa como deshumidificador. Se llevan a cabo ambas funciones al mismo tiempo.

Agua en los Audífonos

En ocasiones estamos tan acostumbrados a llevar audífonos que no nos damos cuenta de evitar ciertas prácticas de riesgo que pueden hacer que los audífonos se mojen.

Si el audífono se ha mojado, lo primero que hay que hacer es apagarlo y sacar la pila de su interior. Con el compartimento abierto, es deseable sacudir el audífono para ayudar a que salga el agua que se haya podido quedar dentro. Con un trapo se puede ir secando la superficie a la que se pueda acceder.

También se puede utilizar el deshumidificador para contribuir al secado interior del aparato. Después de unas horas, habrá que volver a introducir la pila (que también deberá haber sido secada previamente) y comprobar si funciona correctamente.

Si no es así, el usuario deberá acercarse a su centro auditivo para que analicen en profundidad el aparato.

La utilización del secador así como cualquier otra fuente de calor extrema (horno, microondas…) está totalmente desaconsejada.

Lo mejor, en todo caso, es acudir al audioprotesista para que sea él quien determine qué hacer con el audífono.