La alergia es una reacción del sistema inmunitario a una sustancia extraña, que procede del exterior y que es considerada por el organismo como una agresión. En España, entre un 20 y un 25% de la población es alérgica. Muchas personas son alérgicas al polen y la llegada de la primavera supone un verdadero problema para ellas. La semana que viene comienza oficialmente la primavera. Con este motivo, hoy queremos hablar de la alergia y problemas de audición.

Alergia y Problemas de Audición

La alergia está caracterizada por una serie de síntomas como picor de garganta, nariz y oídos. Es habitual estornudar, toser y lagrimear. Un cuadro que afecta a las vías respiratorias altas y que, en muchos casos, provoca complicaciones en los oídos que pueden derivar en problemas de audición.

La parte posterior de la garganta se encuentra unida con la nariz y también con los oídos. Esta condición provoca que, ante un resfriado o una rinitis alérgica, los oídos se resientan. En ambos casos, como consecuencia de los estornudos y la mucosidad, se inflama la mucosa que recubre la rinofaringe y la entrada de la trompa de Eustaquio. Esta inflamación provoca que  el conducto que da acceso a la trompa disminuya su diámetro. Si a eso le unimos el hecho de que la generación de mocos es abundante, el resultado es la congestión de la trompa de Eustaquio.

Los síntomas son pérdida de capacidad de audición y picor de oídos. En un primer momento, esta situación es molesta pero, si se mantiene en el tiempo, puede derivar en una infección del oído.

Cómo Eliminar el Moco del Oído

Cuando, como consecuencia de esta inflamación o infección auditiva, se desarrolla dolor, y especialmente si este aparece acompañado de fiebre, es preciso acudir al especialista para que valore la situación y si es preciso utilizar antibióticos.

Hasta entonces, se pueden utilizar remedios naturales que pueden ayudar a descongestionar los oídos. Es muy importante evitar que se generen mocos para poder aliviar la zona. Y para ello, es aconsejable realizar lavados nasales cada poco tiempo. Mantener la nariz limpia ayudará a que los oídos tengan tiempo de limpiarse por sí solos expulsando el moco hacia afuera.

Para limpiar los mocos de la nariz, y también puede servir para los oídos, se puede utilizar una solución de agua salina. En la farmacia puedes encontrar agua de mar con pulverizador que, tiene poca presión pero la suficiente para penetrar en las fosas nasales y disolver los mocos más densos.

Las compresas tibias o el aceite de oliva templado también pueden favorecer que los mocos se reblandezcan y salgan al exterior dejando el oído libre.

No obstante, si después de sufrir un período de alergia, sientes molestias en el oído, puedes visitar a tu médico o acercarte a Audiocentro para conocer el estado de tu salud auditiva.