Una de las principales consecuencias de la pérdida de audición es la limitación de la capacidad de la persona para comunicarse con los demás. Esos problemas de comunicación pueden generar una sensación de soledad y aislamiento y terminar derivando, en el peor de los casos, en una depresión.

Las personas, como seres sociales que somos, necesitamos comunicarnos e interactuar con otras personas. Y para ello, poder entendernos resulta fundamental.

El uso de audífonos ayuda, en muchas ocasiones, a las personas con problemas auditivos, a recibir la información de su entorno. Sin embargo, otras veces, el problema de pérdida auditiva es grave y no puede solucionarse con uno de estos aparatos.

En cualquiera de las dos situaciones,  facilitar la comprensión de lo que queremos transmitir, resulta fundamental.

Para ello conviene recordar unos sencillos consejos.

En primer lugar, recuerda que debes hablar cara a cara con la persona que tiene dificultad para oír. Ponte enfrente de la persona con la que vas a hablar para que pueda ver tus labios y la expresión de tu cara. Es más fácil oír lo que la gente dice si se puede ver lo que están diciendo. Las expresiones faciales y los movimientos de los labios facilitan enormemente la comprensión de las palabras.

Asegúrate, por tanto, de que tu cara se pueda ver con claridad.

Procura no hablar mientras masticas o fumas ya que hace más difícil poder leer los labios y, por tanto, que se entienda lo que estás diciendo. Del mismo modo, hablar cuando tienes delante algo que impide ver tu boca, bien sea el periódico o una servilleta, también complica la comprensión de tus palabras.

Por su puesto, no intentes hablar desde otra habitación o dando la espalda a la persona que tiene alguna deficiencia auditiva. Elevar el tono de voz no sirve de nada en la mayoría de los casos.

Resulta imprescindible no perder los nervios, aunque la persona que tienes delante, no consiga entenderte a la primera (ni a la segunda). No es necesario que chilles. Simplemente habla despacio y repite, con otras palabras, lo que estás intentado transmitir.

No hay nada como ponerse en el lugar de la otra persona para tratar de conocer su situación y saber cómo te gustaría ser tratado si fueras ella.

¿Te has puesto alguna vez en el lugar de una persona con discapacidad auditiva? ¿No has experimentado la incomodidad de tener un tapón en los oídos y no poder entender lo que te dicen?…