Una vez que finalizan las Fallas y Valencia vuelve a la normalidad, es el momento de hacer balance. En cuanto a lo que a salud auditiva se refiere, suele ser habitual que, a lo largo de las fiestas, algunas personas sufran daños auditivos, de diversa consideración, como consecuencia de la exposición al ruido provocado por la pólvora. La mascletá, uno de los actos más importantes de las Fallas, y que congrega a cientos de personas, consiste en la sucesión de petardos que se disparan de manera continua con el objetivo de producir ruido. Pero no sólo la mascletá, los petardos están muy presentes durante toda la celebración. El ruido es, sin embargo, uno de los principales enemigos de los oídos y de la audición. Esta es la relación que existe entre pólvora y salud auditiva.

Pólvora y Salud Auditiva

La pólvora produce ruido. En función de la cantidad de pólvora, el ruido es más o menos intenso. La Organización Mundial de la Salud ha establecido en 85 los decibelios por encima de los cuales los oídos comienzan a sufrir. Además del volumen, hay que tener en cuenta el factor tiempo. De esta forma, cuanto más tiempo permanezcan expuestos los oídos a un sonido elevado, peores consecuencias para la audición se pueden desarrollar.

Las mascletás, que tienen una duración de entre 5 y 7 minutos, pueden alcanzar los 170 decibelios. Exponerse a este volumen generaría lesiones auditivas importantes e inmediatas. Por este motivo, las personas encargadas de encender la mecha de la pólvora y de conseguir que la mascletá se desarrolle según lo previsto, cuentan con protección auditiva para evitar los daños y el público debe proteger sus oídos.

La protección auditiva pasa por alejarse del lugar en el que estalla la pólvora. Otra medida de protección es el uso de tapones para los oídos. Los tapones contra el ruido funcionan como una puerta que permite a los oídos hacer que disminuya la cantidad de decibelios que llega al interior. Los tapones a medida ofrecen una mayor protección y, debido a que están realizados a la medida de cada conducto auditivo, son muy cómodos y seguros.

Ruido impulsivo

La pólvora provoca un ruido del tipo impulsivo. Se trata de un ruido muy rápido y potente. Las armas de fuego también provocan ruido impulsivo. El peligro de este tipo de ruido es que, además de ser muy elevado, se produce de manera tan rápida que ni la persona, ni el propio oído, tienen tiempo de prepararse y protegerse.

Por este motivo, el sonido llega directamente al oído interno, provocando daños inmediatos. Este tipo de ruido puede provocar la pérdida auditiva inmediata y, en el peor de los casos, permanente.

Entre las consecuencias más habituales del ruido impulsivo destacan el desarrollo de acúfenos, vértigos, alteraciones en el tímpano, pérdida de equilibrio y pérdida auditiva.