Los pueblos de España están llenos de iglesias. Las iglesias, en su día, además de ser centros de oración, eran los lugares desde los que se alertaba e informaba a la población. Para ello se utilizaban las campanas ubicadas en los lugares más altos de las iglesias; los campanarios.

Las campanas no sólo llamaban a misa o anunciaban preceptos o fiestas religiosas, también avisaban de los fallecimientos, las bodas y bautizos. Además, hace siglos, se usaban para dar la señal de alarma cuando algo grave sucedía; llegaban los enemigos, se había provocado un incendio…

Y, por supuesto, las campanas informaban de la hora. Cuando no existían los relojes de muñeca, la población sabía perfectamente la hora que era gracias a que las campanas de las iglesias tocaban las horas en punto, los cuartos y las medias.

Pero ahora todo ha cambiado. O casi todo. En algunos lugares todavía las campanas siguen sonando cada hora provocando, en algunos casos, el malestar o la irritación de los vecinos.

Contaminación acústica

El límite son 55 decibelios. Por encima, el sonido se considera contaminante. Así lo establecen las ordenanzas municipales. A golpe de quejas o denuncias vecinales, las iglesias han ido adaptándose a los hábitos de vida o las necesidades de la población.

Un ejemplo reciente; el tañido de las campanas de una iglesia del siglo XII, la más antigua de Móstoles, superaba los decibelios permitidos por la normativa municipal y el Ayuntamiento tuvo que abrir un expediente sancionador. En algunos lugares, las campanas dejan de sonar por la noche y en otros, han amortiguado su sonido.

Sin embargo a muchas personas no les molestan, o incluso les gustan los sonidos de las campanas que consideran algo así como una tradición. Los párrocos y feligreses consideran que es algo que han hecho “toda la vida”.

De hecho, los toques de algunas campanas han sido considerados BIC (Bien de Interés Cultural). Es el caso de las campanas de la torre del Micalet, en la Catedral de Valencia.  Una torre que cuenta con 11 campanas litúrgicas que se tocan de manera manual. También ha sido considerado BIC el toque de las campanas de la Catedral de Segorbe, el Campanar de la Vila de Castelló de la Plana y la Parroquia de la Asunción de Albaida, también en Valencia.

La salud auditiva de los campaneros

Por cierto, en cuanto a la salud auditiva de los campaneros, el departamento de Otorrinolaringología del hospital la Fe de Valencia ha realizado recientemente una exploración audiológica a los campaneros de Micalet (con edades entre los 17 y los 66 años) según la cual, «de manera sorprendente», «no presentan una pérdida de audición en frecuencias convencionales mayor de la esperable para su edad».

¿Utilizarán tapones para los oídos cada vez que suban al campanario a tocar las campanas?

A pesar de estos buenos y sorprendentes resultados, sería deseable que, para cuidar su salud auditiva, utilizaran tapones a medida. Hay que recordar que, una vez se pierde la audición, no se puede recuperar.