Este verano, después de haber pasado tantos meses en casa, sin poder salir, o haciéndolo sujetos a confinamientos, es el momento de volver a disfrutar del aire libre y de los amigos (eso sí, todavía con precaución para evitar nuevos contagios por COVID).

Durante las vacaciones son muchas las personas que se decantan por acercarse a la costa para pasar unos días tomando el sol en la playa o realizar distintas actividades deportivas. Una de las que está contando con más aficionados en los últimos años es el submarinismo. Sin duda, pasearse por el fondo del mar y disfrutar de la naturaleza que se esconde bajo la superficie del agua, es un buen reclamo para los más aventureros.

El submarinismo, como cualquier otro deporte, conlleva una serie de riesgos que hay que conocer para tomar las medidas necesarias que eviten posibles problemas. En este sentido, es muy importante saber que la inmersión en el mar conlleva un cierto riesgo para los oídos debido a la presión que el peso del agua ejerce sobre los mismos.

Barotrauma del Oído

El barotrauma es la presión que se produce en el tímpano como consecuencia de una diferencia de presión entre la parte interna y la parte externa del mismo.

Normalmente la presión que ejerce el aire que se encuentra dentro del tímpano es similar a la que se encuentra fuera del mismo. Los pequeños desajustes se solucionan al bostezar o tragar que permite la apertura de la trompa de Eustaquio (que conecta el oído medio, la parte posterior de la nariz y la parte superior de la garganta).

En el submarinismo, durante el descenso, la presión en el oído medio es inferior a la presión que ejerce el agua. Esto provoca que el tímpano se abombe hacia adentro provocando dolor. Si no se detiene el descenso y la presión aumenta, se puede llegar a romper el tímpano. Esto provoca que el agua pueda acceder al oído medio causando vértigo, náuseas y hasta vómitos.

El riesgo de ahogamiento para el submarinista es muy alto.

La rotura del tímpano tiene otras consecuencias, que se pueden sentir con posterioridad como son la pérdida de audición y la aparición de acúfenos.

Prevención y Tratamiento

Las personas que realizan submarinismo deben aprender a descender y ascender para evitar estos problemas. El monitor de la actividad es la persona encargada de dar esa información antes de llevar a cabo la actividad.

Es fundamental llevar a cabo la inmersión lentamente para lograr que los oídos se puedan ir acostumbrando y amoldando a la diferencia de presión. Una medida más que recomendable consiste en mantener la nariz descongestionada. Para lograrlo se puede tomar un descongestionante nasal antes de bucear.

Si no se siguen las medidas oportunas y se produce el barotrauma de oído, el tratamiento se realiza con descongestivos nasales u orales. Si la entrada del agua provoca una infección, es necesario tratarla con antibióticos.

Por otro lado, la rotura del tímpano se suele curar por sí misma. No ocurre lo mismo con una rotura entre el oído medio y el interno. Para evitar que la lesión se convierta en permanente, es necesario pasar por el quirófano.