Según el análisis de los datos y la evolución de la situación actual, la Organización Mundial de la Salud señala que 1 de cada 4 personas tendrá problemas de audición dentro de 30 años. Ese es uno de los datos más preocupantes del I Informe mundial de la Audición que se ha hecho público coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Audición. El informe subraya la necesidad de actuar con rapidez para prevenir y resolver las pérdidas auditivas, invirtiendo y ampliando el acceso a los servicios de atención otológica y a la pérdida de audición.

La Organización Mundial de la Salud estableció el 3 de marzo como Día Internacional de la Audición. Se trata de una jornada en la que, a través de diferentes actos y actividades, se busca sensibilizar a los gobiernos y a la sociedad en general sobre la necesidad de proteger y cuidar la salud auditiva. Esta efeméride tiene el objetivo de poner en valor la importancia, para cualquier persona, independientemente de su edad, de contar con una correcta salud auditiva.

Y es que los problemas de audición no son sólo problemas de salud. Es una situación que tiene muchas aristas ya que incide, de manera directa, en el bienestar emocional de las personas, en su acceso al trabajo, en el aprendizaje y la comunicación. Las personas con pérdida de audición, que no pueden acceder a una solución, tienen una menor calidad de vida.

Este año, la Organización Mundial de la Salud, ha presentado, coincidiendo con el Día Internacional de la Audición, el Primer Informe Mundial de la Audición. Se trata de un informe que analiza la situación de la audición en diferentes países y las perspectivas de cambio para los próximos años. El informe está basado en la evidencia para abordar la pérdida auditiva y las enfermedades del oído a lo largo del curso de la vida. Se trata de un estudio extenso que consta de 273 páginas y que se ha dado hoy, de manera simultánea en todo el mundo.

Objetivos del Informe

La información está dirigida a los gobiernos, los colegios profesionales, las organizaciones sociales y también a las personas que prestan servicios en el cuidado del oído y la audición. El estudio, que espera tener una amplia difusión (una gran “audibilidad”) a través de los medios de comunicación, quiere llegar a los colectivos de personas con problemas de audición y a aquellos que, aún sin haberlos desarrollado, tienen muchas probabilidades, por sus hábitos de vida, de desarrollarlos en el futuro.

Uno de los objetivos del estudio es lograr que los estados se impliquen en el cuidado del oído y la audición aprobando y llevando a cabo planes de salud nacionales. Si no hay políticas públicas que apoyen la salud auditiva, será difícil conseguir resultados satisfactorios.

Por otra parte, el estudio pretende que la sociedad sea consciente del peligro de algunos de los hábitos sociales y de ocio para la salud auditiva. En este sentido, el uso de auriculares a un volumen elevado, está generando problemas de audición y pérdida auditiva en personas cada vez más jóvenes. Alertar de que esto sucede para cambiar los hábitos, es imprescindible.

Por último, el informe también quiere destacar que la pérdida auditiva es un problema con varias aristas y que es necesario abordarla a través de la colaboración intersectorial.

Estado de la Audición

La Organización Mundial de la Salud indicó en 2018 que había 466 millones de personas con déficit auditivo discapacitante. Se trata de más del 6% de la población, lo que debería considerarse como una emergencia de salud pública.

Los datos nos alertan de un problema importante, pero más preocupante, si cabe, es la evolución que se prevé. Según la OMS, para el año 2030 serán 630 millones de personas las que tengan problemas auditivos y en 2050 unos 900 millones de personas convivirán con la pérdida de audición.