El viento frío del otoño provoca en algunas personas un dolor incisivo en los oídos. Salir a la calle, especialmente los días de viento, puede convertirse en algo desagradable para ellos.

No se trata de una dolencia que afecte a la salud auditiva ya que, la audición no sufre alteración alguna por este motivo. De hecho, el dolor se pasa al entrar en un lugar cerrado y cálido.

Entonces ¿cuál es el problema? ¿Qué provoca ese dolor?

Frío y Vasos Sanguíneos

Cuando hace frío, el cuerpo se protege de manera automática. Para evitar perder calor, los vasos sanguíneos que se encuentran bajo la piel se contraen. Por este motivo, la piel recibe menos oxígeno y nutrientes.

Algunas personas tienen un mayor número de vasos sanguíneos en los oídos, alrededor de los huesos que se encuentran en el interior del oído. Martillo, yunque y estribo forman la cadena de huesecillos que se encargan de transmitir las vibraciones que llegan desde el tímpano al oído interno.

El frío del exterior provoca también la contracción de los pequeños vasos sanguíneos que se encuentran dotando de oxígeno a la zona. Esa contracción provoca que la sangre deje de circular correctamente y no pueda llegar al final de los vasos. Esto es lo que puede provocar el dolor en los oídos.

El dolor es más intenso en las personas que tienen más vasos sanguíneos en la zona.

¡Protege tus Oídos!

Evitar el dolor de oídos motivado por el frío es sencillo. Se puede utilizar cualquier prenda que tape los oídos y evite que estos se enfríen; bufandas, gorros, orejeras…

Mantener los oídos calientes es la mejor manera de evitar que los vasos sanguíneos se contraigan.

Así que, si cuando llega el viento frío te duelen los oídos, ¡protégelos y disfruta de las estaciones más frías del año!