El próximo miércoles 28 de abril se conmemora el día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo. Es una fecha en la que se reivindica que los trabajadores cuenten con medidas de protección durante el desempeño de su labor para minimizar los riesgos laborales. Estas medidas son imprescindibles para evitar accidentes laborales.

Los trabajadores deben contar con medidas de seguridad en el desempeño de su labor para evitar que el trabajo pueda afectar a su salud a medio y largo plazo. También la salud auditiva.

Muchos trabajadores están expuestos a elevados decibelios durante su jornada laboral. Los ruidos elevados afectan al oído y, a la larga, pueden provocar acúfenos y pérdida de audición. Además, el efecto del ruido se acumula. Por ello, aunque el ruido no sea muy elevado, después de un tiempo, la salud auditiva se resiente.

Algunos de los trabajos que generan más riesgo para la salud auditiva son los trabajos de carpintería, jardinería, construcción y cualquier otro que obligue al trabajador a estar expuesto diariamente a un ruido elevado.

Nuestros oídos están “diseñados” para escuchar, sin riesgo, hasta 80 decibelios. A partir de ahí, los oídos comienzan a sufrir. 110 dB está considerado el límite de riesgo para nuestros oídos y a partir de 140 dB se siente dolor.

Músicos, Peluqueros, Dentistas…

En muchas ocasiones son los sonidos desagradables (martilleo, taladradoras, martillos neumáticos…) los que afectan a la audición. Sin embargo, lo que afecta a la salud auditiva es el volumen. De hecho, la música también puede ser un peligro para los oídos. Son muchos los músicos profesionales que han desarrollado problemas de audición. La exposición a un volumen elevado durante muchas horas al día entre ensayos, conciertos, grabaciones…es la causante. Varios estudios demuestran que los músicos sufren más pérdida de audición que el resto de la población.

Otras profesiones en las que no solemos pensar son los peluqueros y los dentistas. El ruido que generan los secadores, en el primer caso, y los tornos, en el segundo, producen demasiados decibelios cada jornada laboral.

También los profesores corren un alto riesgo de padecer pérdida de audición inducida por ruido, especialmente los profesores de guarderías en donde los niños generan un elevado volumen con su actividad en las aulas.

Todo ello sin olvidarnos de los teleoperadores que tienen que utilizar auriculares  durante toda su jornada laboral. Muchos de estos auriculares generan un nivel de ruido que supera los 85 decibelios. Los ruidos en los auriculares pueden deberse al mal funcionamiento del terminal telefónico, señales de modem, realimentación, fax o incluso a los gritos de un cliente que se queja en un tono muy por encima de lo deseable.

Daño Auditivo y Prevención

El daño auditivo es la pérdida o disminución de la audición de manera temporal o permanente que se produce en uno o en ambos oídos como consecuencia de un daño producido en las estructuras del oído.

El daño auditivo suele estar provocado por una sobreexposición al ruido y puede afectar a personas de cualquier edad. Está directamente relacionado con el nivel de ruido al que estemos expuestos así como al tiempo de exposición al mismo.

La prevención pasa por evitar la exposición al ruido siempre que sea posible. En el caso de tratarse de un entorno laboral, el trabajador debe reclamar una protección para sus oídos.

Los tapones antirruido suelen ser una buena solución aunque también es aconsejable establecer turnos de trabajo adecuados para que los oídos puedan descansar cada cierto tiempo.