Cada 28 de abril, desde el año 1996 se conmemora el Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Un día para sensibilizar a la sociedad en general y a las administraciones y empresarios en particular, sobre la importancia que la protección en el trabajo tiene para la seguridad de los trabajadores.

Una fecha, por otra parte, próxima al 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores en la que se reclaman los derechos de los trabajadores. Uno de los más importantes es el derecho a que el trabajador cuente con todas las medidas necesarias para proteger su salud.

Este año, debido a la pandemia causada por el COVID-19, las medidas de seguridad que se reclaman en los puestos de trabajo pasan por la protección frente al contagio. Se pide que los trabajadores, no sólo los del ámbito sanitario, puedan contar con las medidas necesarias para protegerse del contagio de este virus. Algo muy importante en los comercios y las actividades que se realizan de cara al público y en el que se prestan servicios a las personas.

Pero, además de este tipo de protección, sigue siendo necesario concienciar sobre la necesidad de tomar las medidas necesarias para proteger la audición de muchos trabajadores. Jardineros, conductores de ambulancias, músicos, profesores de guarderías…están expuestos a un ruido excesivo que puede afectar a su salud auditiva.

Teletrabajo y Auriculares

La protección frente al contagio por COVID-19 por prioritaria, ha hecho que hayamos dejado de prestar atención a otros riesgos para la salud, en este caso auditiva, que se pueden derivar del teletrabajo.

Son muchas las personas que, durante el confinamiento, están teniendo que utilizar auriculares, conectados a sus equipos informáticos, para comunicarse con compañeros o clientes durante su jornada laboral. Si el uso es continuo y no se utilizan auriculares adecuados, los oídos pueden sufrir, a medio plazo, fatiga auditiva.

Es lo que les ocurre a los teleoperadores. Un colectivo que atiende al día decenas de llamadas y cuya herramienta de trabajo básica es el oído. A través de los auriculares, los oídos pueden estar expuestos a más de 85 decibelios (dB). Si la conexión no es buena o si hay ruido en el lugar de teletrabajo, es habitual subir el volumen de los auriculares.

Los auriculares que se introducen en los oídos son más peligrosos que los de diadema ya que se encuentran más cerca del tímpano y un elevado volumen, o un ruido inesperado y potente, puede afectar a esta delicada membrana.

Consejos para Proteger los Oídos

Si queremos proteger los oídos, es básico reducir el volumen de los auriculares. Existen auriculares en el mercado con control de ruido. Al eliminar el ruido del entorno, no es necesario subir el volumen para mejorar la audición. Si, durante estos días debemos utilizar de manera continua los auriculares, es aconsejable adquirir un auricular de este tipo. Proteger la audición bien vale invertir unos euros.

En todo caso es fundamental no elevar el volumen por encima de los 80 decibelios (evitar subir el volumen por encima del 60%). Recuerda que cuanto mayor sea el volumen, menor debe ser el tiempo de exposición al mismo.

Dejar descansar los oídos es importante para evitar la fatiga auditiva. La fatiga auditiva es un problema común hoy en día debido a la exposición al ruido y supone una reducción temporal de la capacidad auditiva.

El daño auditivo es acumulativo por lo que, si la situación persiste, se pueden producir daños en las células del oído y, como consecuencia, la pérdida de audición será permanente.