Las orquestas sinfónicas y las filarmónicas pueden definirse como un conjunto de músicos y sus instrumentos que interpretan piezas musicales siguiendo las indicaciones de un director de orquesta. Las orquestas interpretan piezas clásicas en las que intervienen instrumentos de viento, cuerda, madera, metal y percusión. A pesar del tipo de música, los oídos de los músicos y del director, pueden sufrir daños. Hoy hablamos de los riesgos para la audición en las orquestas.

Riesgos para la Audición en las Orquestas

Aprovechando que el próximo sábado 13 de julio se celebra el Día Internacional del Director de Orquesta, hoy queremos centrarnos en un riesgo que está presente entre los músicos y también entre los directores de orquesta durante los ensayos y los conciertos. Se trata del riesgo de pérdida auditiva o de aparición de diferentes problemas auditivos como el tinnitus.

La exposición a un exceso de decibelios provoca problemas de audición a medio o largo plazo. El oído humano está diseñado para sonidos en torno a 80 decibelios. Por encima de estos, el oído se estresa y comienza a sufrir. Cuando el sufrimiento es elevado las células ciliadas, que se encuentran en el oído interno y son imprescindibles para que se lleve a cabo la audición, se ven lesionadas. Las células ciliadas son muy delicadas y algunos factores, como un ruido puntual muy elevado o uno menos elevado pero recurrente, pueden provocar su muerte.

A mayor intensidad del sonido, menor es el tiempo que el oído tarda en comenzar a sufrir por lo que la exposición debe ser menor. Según los expertos, 85 decibelios durante 8 horas es el nivel máximo de exposición sin riesgo que el ser humano puede asumir.

Los músicos de orquestas sinfónicas o filarmónicas pueden llegar a estar expuestos a 130 decibelios. Los instrumentos que más decibelios emiten son los de viento, por encima de los 90. Por detrás se encuentran los instrumentos de cuerda que emiten entre 80 y 85 decibelios. El problema se agrava al sumarse los decibelios de todos los instrumentos interpretados por los músicos que se encuentran sobre el escenario.

Salud Auditiva del Director de Orquesta

El director de orquesta es un profesional que logra, con la ayuda de su batuta, que los músicos interpreten a su debido tiempo, y con el tempo preciso cada partitura para formar un todo armónico y completo.

El director se sitúa delante de todos los músicos para ser visto por todos y que éstos puedan seguir sus indicaciones. Se trata, por este motivo, de un lugar en el que confluyen los decibelios de todos los instrumentos.

El director de orquesta puede estar expuesto, durante las dos o tres horas de concierto, a unos 120 decibelios. Muy por encima de lo recomendable para mantener una buena salud auditiva.

Para evitar los problemas auditivos derivados de la exposición a demasiados decibelios durante demasiado tiempo es importante proteger los oídos. La utilización de tapones para los oídos, que permiten pasar el sonido pero minimizan su impacto en el oído interno, puede ser una solución.

Las revisiones auditivas también son importantes para conocer el estado de la salud auditiva y determinar la aparición de algún problema lo antes posible. Es recomendable que las personas expuestas a muchos decibelios (músicos y directores de orquesta), revisen sus oídos de manera periódica.