El próximo domingo, 19 de marzo, se celebra el Día del Padre. En este día es habitual que los hijos feliciten a sus padres y les hagan regalos para demostrar su cariño. Aunque en ocasiones resulta complicado encontrar un buen regalo, una buena opción puede pasar por prestar atención a lo que la persona necesita. En este sentido, a partir de los 60 o 65 años se suele hacer evidente un tipo de pérdida auditiva que se produce debido al paso del tiempo. Ante el inicio de la presbiacusia, que es como se conoce esta pérdida auditiva, uno de los mejores regalos, sin duda, es la audición. Este año estás a tiempo de regalar audición en el día del padre.  

Audición en el Día del Padre

La presbiacusia es la pérdida de la capacidad auditiva que se produce debido al paso del tiempo. Conforme cumplimos años, y sin que podamos hacer nada por evitarlo, el sistema auditivo se va deteriorando. Esto da lugar a la aparición de problemas para oír.

Esta pérdida auditiva no se produce de un día para otro. Se trata de una pérdida progresiva que, al principio puede pasar desapercibida tanto por la persona que la padece, como por las que se encuentran a su alrededor. Sin embargo, conforme pasa el tiempo, los problemas de audición se hacen más evidentes.

Es en este punto cuando la persona que experimenta estos primeros problemas de audición suele subir el volumen de la televisión o de la radio por encima de lo habitual. También comienza a tener problemas para entender las conversaciones, especialmente en entornos con ruido o cuando participan varias personas. Es frecuente que las personas pidan, de manera constante, que les repitan lo que les han dicho porque no han oído bien y han perdido información.

Todas estas situaciones deben hacer sospechar del inicio de los problemas de audición. Y suelen ser las personas más cercanas, especialmente la familia, los primeros en darse cuenta de ella.

Revisión Auditiva: un Buen Regalo

Ante la aparición de la presbiacusia, se puede reaccionar de distintas formas. Hay personas que culpan a los demás de sus problemas de audición (“hablan muy bajo”, “hablan muy rápido”…) y, ante la falta de comprensión, deciden aislarse y evitar el contacto con los demás.  Esta decisión es una mala opción ya que, no afrontar el problema sólo consigue que éste vaya a más.

Lo más inteligente en este momento es asumir que la salud auditiva se ha deteriorado. En ocasiones, son los hijos los que tienen que hacérselo entender al padre, aconsejándole la necesidad de acudir a un profesional para que sea éste el que determine el estado de su audición.

Detectar la presbiacusia lo antes posible es muy importante para poder adoptar las soluciones necesarias para que la persona pueda mantener una buena audición.

Lamentablemente, la audición que se pierde no se recupera. Si el cerebro, que es donde, en última instancia, se lleva a cabo la audición, no recibe las señales acústicas durante un tiempo prolongado, puede “olvidarse” de identificarlas. Por eso, si los audífonos se adaptan demasiado tarde, no pueden solucionar el problema.

Así que, ahora que llega el Día del Padre, una buena opción puede pasar por regalar una revisión auditiva. Las revisiones auditivas son rápidas e indoloras y permiten al profesional conocer el estado de la salud auditiva y determinar, si es necesario, la adaptación de audífonos. De esta manera, la persona con presbiacusia podrá seguir disfrutando de conversaciones con su familia y amigos e interactuando con el mundo que le rodea, durante muchos años.