Se denomina trauma acústico a la lesión de los mecanismos auditivos en el oído interno. El trauma acústico es consecuencia de la exposición a un ruido fuerte y repentino, como un disparo, o a la sobreexposición a una fuente de sonido más bajo pero prolongado en el tiempo (equipos de música, maquinaria…)

El trauma acústico es la causa más habitual de la hipoacusia sensorial.  Este tipo de pérdida de audición describe dos problemas diferentes; una pérdida sensorial que atañe al oído interno y una pérdida neural del nervio auditivo.

En la mayoría de los casos el problema se deriva del oído interno. La membrana del tímpano protege el oído medio e interno. Además se encarga de transmitir al cerebro, a través de sus vibraciones, las señales que posteriormente éste descifra para hacer posible la comprensión del mensaje; la audición.

El trauma acústico afecta al sistema de transmisión de estas vibraciones, lo que conlleva una pérdida de audición. En un primer momento las personas afectadas por un trauma acústico suelen tener problemas para oír las altas frecuencias. Posteriormente se desarrollan problemas también para oír las frecuencias más bajas.

El síntoma más común entre las personas que sufren un trauma de este tipo es la aparición de acúfenos. Y dependiendo de la intensidad del sonido  al que se estuviera expuesto o a otras circunstancias, también pueden aparecer dolores de cabeza, mareos, vértigos o trastornos emocionales.

Prevención

Las personas más propensas a sufrir traumas acústicos son los cazadores o aficionados a las armas de fuego y las que trabajan en entornos industriales muy ruidosos. También corren peligro las personas que se dedican a los espectáculos pirotécnicos o los simples aficionados a los petardos. Y, otra de las causas más habituales es la asistencia a conciertos de música y la sobreexposición a los decibelios procedentes de altavoces y amplificadores o auriculares.

La mejor manera de prevenir un trauma acústico es proteger los oídos ante los ruidos del entorno. Los tapones antirruido son, hoy por hoy, la mejor opción para evitar la pérdida de audición provocada por ruido.

También es importante conocer que, aunque el ruido al que se esté expuesto no sea atronador, la acumulación de éste puede provocar el mismo efecto en los oídos que un ruido muy elevado.

Las revisiones auditivas son muy importantes para conocer el estado de la salud auditiva y poner remedio lo antes posible a cualquier problema que aparezca. Lo ideal es comenzar a hacerse revisiones auditivas periódicas cuando aún no existe ningún problema de audición para disponer de unos niveles de referencia con los que poder comparar situaciones posteriores.