El sonómetro es un instrumento de medida que sirve para medir niveles de presión sonora. En concreto, el sonómetro mide el nivel de ruido que existe en un determinado lugar y en un momento dado. La unidad con la que trabaja el sonómetro es el decibelio.

Los sonómetros se suelen utilizar para medir la contaminación acústica, es decir la cantidad de ruido que hay en un lugar o que se desprende de la realización de una determinada actividad.

Para determinar en qué medida afecta el ruido a la salud auditiva, el equipo trabaja utilizando una escala de ponderación A, que deja pasar sólo las frecuencias a las que el oído humano es más sensible, respondiendo al sonido de forma parecida al que lo hace éste.

Por qué comprar un sonómetro

En nuestro día a día vivimos rodeados de ruidos. Se trata de sonidos de alta intensidad que terminan por afectar no sólo a nuestra salud auditiva sino al resto de nuestro cuerpo que, ante una situación de agresión continuada, puede generar estrés, insomnio, agresividad o hipertensión.

Las administraciones se están tomando en serio este problema. De hecho, la acústica es considerada como otro tipo de comunicación. Por este motivo, se contemplan multas para las personas, empresas o administraciones que no regulen las actividades que excedan el límite de decibelios establecido en cada caso.

Precisamente, el pasado mes de diciembre conocíamos, a través de los medios de comunicación, la sanción impuesta a los ayuntamientos de los municipios de Elche y Santa Pola (Alicante) por no proteger a los vecinos de varias urbanizaciones del ruido generado por los chiringuitos durante todo el verano.

Los sonómetros nos pueden ayudar a conocer el ruido al que estamos expuestos y saber si está dentro de los límites permitidos.

En el mercado podemos encontrar sonómetros desde 15 euros. Un precio que aumenta en función de las cualidades técnicas del aparato. Antes de adquirir un sonómetro hay que saber qué queremos medir y si los sonidos se producen en espacios cerrados o abiertos.

Si queremos disponer de mediciones legales (que puedan ser utilizadas posteriormente), los sonómetros deberán estar homologados y haber sido calibrados previamente.

Minimizar los ruidos

Si el sonómetro indica que el ruido no supera el límite permitido, siempre podemos llevar a cabo otras acciones para minimizar los sonidos a los que estamos expuestos.

Por ejemplo, reducir el nivel de ruido dentro de una vivienda puede hacerse utilizando materiales aislantes tanto en muros como en ventanas. También existen materiales que absorben el ruido y que contribuyen a crear espacios con una mejor acústica.

Las barreras acústicas que se instalan junto a autopistas también pueden reducir el nivel de decibelios que genera el tráfico.

En ocasiones, el uso de tapones para dormir o estudiar se hace imprescindible. En este punto recomendamos adquirir tapones a medida. Son más cómodos ya que se elaboran de manera individualizada utilizando un molde del canal auditivo de cada persona. De este modo, se pueden utilizar durante más tiempo sin sentir molestias y aislando perfectamente del ruido exterior.

Si quieres más información sobre los tapones a medida, acércate a cualquiera de nuestros centros de salud auditiva.