El eccema, o dermatitis atópica, es un trastorno que provoca picor en la piel. Suele ser crónico y hasta el momento no existe un remedio efectivo que le ponga remedio. Afortunadamente sí se pueden llevar a cabo diferentes tratamientos que alivian el picor y el enrojecimiento de la piel. Entonces, ¿qué es el eccema ótico? y ¿qué podemos hacer si aparece?

Picor del Oído Externo

El oído está dividido en tres partes. La parte externa está formada por el pabellón auditivo y el conducto auditivo. El pabellón auditivo, u oreja, tiene la función de captar los sonidos para trasladarlos al interior del oído a través del conducto auditivo.

Esta parte externa del oído en ocasiones sufre dermatitis o eccema ótico. El picor se hace tan intenso que la persona solo encuentra alivio rascándose la zona. Sin embargo no es lo más recomendable ya que esto puede empeorar la situación.

Al rascar el conducto auditivo, bien sea utilizando las uñas o cualquier otro objeto, se pueden realizar pequeñas heridas que pueden convertirse en la puerta de entrada de infecciones.

Los profesionales de la audición advierten de que es peligroso introducir objetos en el conducto auditivo. Ni siquiera se deben utilizar bastoncillos de algodón para secar o limpiar los oídos. Además de provocar pequeñas heridas, también se puede empujar el cerumen del oído contra el tímpano, dañando esta delicada membrana.

El eccema ótico puede afectar a personas de cualquier sexo y edad. La alergia y la contaminación ambiental se apuntan como las causas más probables de la aparición del eccema ótico.

Qué hacer ante el Eccema Ótico

Es importante acudir al médico cuando el picor de oído persiste para que éste adopte las medidas necesarias que consigan mejorar el estado de la piel y disminuir el picor.

Los hidratantes tópicos suelen mejorar la piel de la zona afectada ya que proporcionan un alivio del picor. En ocasiones, es preciso recurrir a corticoides para tratar  la inflamación aunque no suele ser la primera opción ya que si la utilización es recurrente puede producir efectos secundarios adversos.

Una higiene adecuada de los oídos puede prevenir la aparición del eccema ótico. Los oídos se limpian por sí mismos. El movimiento que se realiza al masticar hace que la cera se desplace hacia el exterior del oído. Por otra parte, la ducha es un buen momento para que los conductos auditivos se limpien fácilmente.

Eso sí, es importante evitar que los oídos permanezcan húmedos. Para evitar la humedad, que puede favorecer la proliferación de bacterias y la infección de oídos, es conveniente secar los oídos después del baño. Sólo es necesario utilizar una toalla y hay que evitar en todo momento introducir bastoncillos de algodón.