Este pasado martes, 21 de junio, coincidiendo con el solsticio de verano, ha tenido lugar el Día Europeo de la Música. Para celebrarlo, muchas calles y plazas se han llenado de música. Se trata de una iniciativa que, desde el año 1982 busca promover y poner en valor los beneficios que la música tiene para el ser humano. Sin duda son muchos, pero también es cierto que oír música sin precaución puede afectar a la salud auditiva. Por eso hoy, queremos explicarte cómo tienes que proteger los oídos de la música para poder disfrutar de ella sin problema.

Proteger los Oídos de la Música

Los jóvenes suelen escuchar música desde sus dispositivos móviles utilizando auriculares. El peligro del uso de los auriculares tiene que ver con el volumen al que se escucha la música. Por encima de los 80 decibelios el oído recibe demasiada presión y sufre. Es muy importante no exceder ese límite. También es conveniente reducir el tiempo de uso de los auriculares y hacer descansos periódicos para que los oídos puedan recuperarse.

En la actualidad los auriculares más utilizados son los auriculares de botón inalámbricos. Este tipo de auriculares se colocan en los oídos donde quedan sujetos en conductos auditivos. Como no tienen cables aportan  una gran comodidad al usuario que puede utilizarlos mientras lleva a cabo otras tareas.

Sin embargo, los auriculares de botón son más peligrosos que los de diadema. El problema es que se sitúan más cerca del tímpano por lo que el volumen de aire que queda entre el auricular y la membrana timpánica es menor. Al reducir el volumen de aire, aumenta la potencia del sonido que se escucha y esta potencia puede lesionar la cóclea. Las lesiones en la cóclea son importantes ya que pueden provocar pérdida auditiva irreversible.

La Organización Mundial de la Salud lleva tiempo alertando de que el mal uso de los auriculares puede provocar la pérdida de audición precoz en personas de edades comprendidas entre los 12 y los 35 años.

Música y Conciertos en Verano

Por otra parte, este verano, después de dos años sin ellos debido a la pandemia de COVID, vuelven los conciertos.

Disfrutar de un concierto al aire libre con los amigos es uno de los placeres del verano. Sin embargo, de nuevo es importante recordar que exponerse a un exceso de decibelios, aunque procedan de la música que nos gusta, puede dañar la audición.

Por eso, es conveniente alejarse de las fuentes de sonido, en este caso de los altavoces. Es habitual, después de un concierto, escuchar zumbidos o pitidos. Esta suerte de tinnitus suele desaparecer después de un tiempo. Sin embargo, hay personas a las que el ruido elevado les afecta de tal manera que desarrollan acúfenos permanentes.

Si después de asistir a un concierto se siente dolor en los oídos o los ruidos o pitidos no desaparecen después de unos días, es aconsejable acudir a revisar la audición. La detección precoz es la mejor manera de poner solución a los problemas de audición.

Además, es fundamental recordar que cualquier persona, independientemente de su edad, puede perder audición. Y que la audición que se pierde, no se recupera.