En no pocas ocasiones hemos alertado desde este blog de salud auditiva del peligro que supone para las personas la exposición al ruido. Nuestros oídos no están “diseñados” para soportar niveles superiores a los 85 decibelios (dB) por lo que la exposición a sonidos por encima de este nivel, afectan tanto a nuestros oídos como al resto de nuestro organismo.

La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello asegura que el 75% de los habitantes de grandes ciudades padecen pérdida auditiva en distinto grado, debido a la exposición al ruido de manera consciente o inconsciente.

La contaminación acústica está definida como el exceso de sonido que se produce en un lugar determinado y que altera las condiciones normales del ambiente. La contaminación acústica afecta a la salud de nuestro organismo más de lo que podría parecer.

Las personas expuestas a ruido de manera constante (aunque no hablemos de sonidos superiores a 85 dB) sufren alteraciones de sueño. Dormir bien es fundamental ya que refuerza nuestro sistema inmunológico y nos hace más fuertes frente a las agresiones externas, tanto físicas como emocionales.

Enfermedades Digestivas y Cardiacas

La contaminación acústica también puede producir estrés, irritabilidad, dolores de cabeza, fatiga, aceleración respiratoria, afecciones digestivas e incluso problemas cardiacos como hipertensión y taquicardias.

Algunos estudios han concluido que existe un nexo entre la exposición constante al ruido y la hipertensión o una alta presión anormal de la sangre.  En este sentido, recientemente hemos conocido que investigaciones del Laboratorio de Análisis y Diseño Acústico de la Universidad Autónoma de México (UAM), han puesto de manifiesto que la exposición continua a los ruidos no solo aumenta el riesgo de discapacidad auditiva, alteraciones del sueño y deterioro del rendimiento cognitivo de las personas; sino que además eleva las probabilidades de sufrir enfermedades digestivas y cardiacas; alteraciones que para mayor preocupación se pueden presentar incluso si los niveles sonoros no son muy elevados.

Reducir el Ruido 

Aunque lo ideal sería disminuir el ruido de nuestro alrededor, esto no siempre es posible. Por eso, podemos ayudar a nuestro organismo a defenderse de las agresiones acústicas externas, con tapones para los oídos.

En Audiocentro realizamos tapones a medida para lograr una mayor comodidad en su uso ya que se adaptan perfectamente al conducto auditivo.

Dormir bien, poder estudiar o aislarse del ruido en determinadas ocasiones puede ser un alivio y contribuir a evitar situaciones de estrés.