Para luchar contra la obesidad, sensibilizando a la sociedad a cerca de los peligros que el exceso de peso conlleva para la salud, en nuestro país se ha establecido el Día Nacional de la Persona Obesa. Cada 14 de diciembre se refuerzan los mensajes para dar a conocer los riesgos asociados al sobrepeso y la obesidad. Más allá de la vertiente estética, la obesidad favorece el desarrollo de enfermedades muy serias. Algunas de ellas provocan que la persona obesa tenga un mayor riesgo de desarrollar pérdida auditiva.

Obesidad y Pérdida Auditiva

La obesidad es un verdadero problema de salud en todo el mundo. Millones de personas fallecen en todo el mundo como consecuencia de sus efectos. Según datos de la Encuesta Europea de Salud, el 53% de los españoles tiene exceso de peso. De ellos, el 36% padece sobrepeso y el 17% obesidad.

El sobrepeso puede provocar el desarrollo de enfermedades como la hipertensión, la diabetes mellitus, el aumento del colesterol o enfermedades cardiovasculares. Además, incrementa la probabilidad de desarrollar cáncer de útero o de colon entre otros.

Algunas de las enfermedades citadas, como la hipertensión y la diabetes, contribuyen de manera decisiva al desarrollo de problemas auditivos y a la pérdida de audición.

En concreto, la diabetes tipo II, que es la que se desarrolla como consecuencia del sobrepeso, provoca un descontrol metabólico que afecta a la circulación sanguínea. El riego sanguíneo es fundamental para el correcto funcionamiento del oído. Cuando este falla, el oído no puede desarrollar su labor como debería por lo que, a medio plazo, la audición se resiente y, a largo plazo, la persona puede sufrir pérdida auditiva.

Las personas diabéticas tienen el doble de posibilidades de desarrollar pérdida auditiva que las personas que no padecen esta enfermedad.

Por otra parte, la hipertensión, que afecta a la correcta circulación de la sangre, puede afectar a la audición por los mismos motivos que la diabetes.

Cuando el oído no dispone de un buen riego sanguíneo, no dispone de los nutrientes o el oxígeno suficientes, la audición se resiente.

Evitar el Riesgo de Pérdida Auditiva

Para reducir el riesgo de perder audición como consecuencia de los problemas circulatorios propios de las enfermedades citadas, lo más conveniente es evitar el desarrollo de las mismas.

Cuando su desarrollo es debido al exceso de peso, hay que actuar para evitar este último. Son varias las medidas que se pueden adoptar para evitar el sobrepeso y la obesidad.

La más importante es mantener una alimentación equilibrada y sana. Hay que eliminar de la dieta las grasas saturadas, procedentes en gran medida de la bollería industrial, y los productos procesados. También es conveniente evitar el consumo de alcohol.

Por otra parte, es fundamental realizar ejercicio físico cada día. Mantenerse activo es importante porque, además, contribuye a rebajar los niveles de estrés que son, en algunas personas, los que favorecen una mayor ingesta de alimentos.

Al margen de todas estas medidas, una buena opción para evitar la pérdida auditiva es revisar la audición de manera periódica. De esta manera, es más fácil detectar cualquier problema lo antes posible para ponerle solución.

¡Evita el sobrepeso y protege tu audición!