Son muchas las personas que creen que los bastoncillos de algodón que se venden en farmacias o droguerías sirven para limpiarse los oídos.

Es una creencia FALSA pero muy arraigada en la sociedad, y que está provocando muchos problemas; Problemas de salud y medioambientales.

Al introducir el bastoncillo en el conducto auditivo, lo que se consigue es empujar la cera hacia el fondo del oído externo y dificultar su extracción.

Hace años, expertos del departamento de Otorrinolaringología del Hospital Clínic de Barcelona elaboraron un Decálogo para la higiene del oído, en el que se analizaban los peligros de los bastoncillos para la salud auditiva.

El documento consideraba a los bastoncillos como «el mayor enemigo» para la salud de los oídos y los responsables de ciertas patologías auditivas, pérdidas de audición, heridas, infecciones y perforaciones.

En cuanto a los problemas medioambientales, aunque no nos ocupan en este blog, no podemos dejar de denunciar que tirar los bastoncillos al inodoro provoca importantes problemas en las depuradoras de agua.

Francia va a prohibir la venta de bastoncillos en 2020 para luchar contra la contaminación por plásticos en los océanos, mientras que en Reino Unido la presión popular ha provocado que algunas superficies comerciales hayan dejado de venderlos.

Urgencias por el uso de bastoncillos

En Estados Unidos se han contabilizado unas 263.000 intervenciones urgentes a menores de 18 años ocasionados por el uso de bastoncillos.  Es un dato de un trabajo publicado en la revista “The Journal of Pediatrics” que hemos conocido esta semana a través de Europa Press.

En el trabajo constatan que la mayoría, un 73%, de las lesiones registradas estaban provocadas por el uso de estos bastoncillos para limpiar los oídos, seguidos de las provocadas por jugar con ellos (10%) o por caerse con el bastoncillo en el oído (9%).

La mayoría de las lesiones se daban cuando el niño utilizaba el bastoncillo por su cuenta (77%), seguida de las lesiones provocadas por uno de los padres (16%) o un hermano (6%) al intentar limpiar el oído a un menor.

La mejor limpieza de oídos

Es imprescindible recordar, que los oídos se limpian por sí solos. Según los especialistas, la fórmula ideal para mantener la salud de la zona es dejar que los oídos se mojen durante la ducha diaria. Después, secar la zona externa con una toalla.

El uso de pulverizadores de agua también puede ayudar a mantener el conducto auditivo externo sin restos de cera.

Por otra parte, si notamos problemas de audición, debemos acudir al especialista para que sea quien determine el origen de los mismos.