En verano, y sobre todo si veraneamos en lugares de costa, muchas de las actividades de ocio y deportivas que se realizan tienen que ver con el agua. El submarinismo es una de ellas.

Cada vez más personas se sienten atraídas por una actividad que permite disfrutar del mar, su fauna y flora. De ahí que cada vez se demanden más cursos y haya tiendas especializadas en la venta de artículos necesarios para este deporte.

La práctica del submarinismo se puede hacer a pulmón (con salidas frecuentes fuera del agua para tomar aire), con snorkel (se utiliza un tubo por el que se puede respirar   aire del exterior) o en profundidad. Para realizar este último tipo de submarinismo, se requiere de un equipo compuesto por un traje protector, gafas, aletas y, de manera indispensable, un tanque de oxígeno.

Compensar la presión en los oídos

Antes de comenzar la práctica del submarinismo, la persona interesada debe asistir a un curso en el que se le enseña, entre otras cosas, cómo debe preparar su equipo y su cuerpo antes de sumergirse en el agua.

En este sentido, la preparación de los oídos es fundamental para que éstos no resulten heridos. El buzo debe saber compensar la presión del oído medio según se va sumergiendo si no quiere sufrir un barotraumatismo.

Existen varias maniobras de compensación, aunque la más conocida es la Vasalva. Se trata de una maniobra que persigue abrir la trompa de Eustaquio con el objeto de que las diferentes presiones del oído medio y el oído externo se igualen.

Se debe hacer al descender, pero nunca al ascender ya que en ese momento lo que necesitan los oídos es reducir presión.

Riesgos del barotrauma

Si no se acomodan los cambios de presión, los oídos pueden sufrir desde un taponamiento sin consecuencias, hasta la rotura del tímpano lo que provoca un dolor intenso y una hemorragia.

En el buceo a pulmón el agua aumenta la presión en nuestro entorno, lo que comprime el aire en nuestro oído medio y empuja el tímpano hacia adentro. Si no realizamos la compensación de oídos aparece un dolor que va en aumento a medida que descendemos y aumenta la presión.  En este tipo de buceo, el barotrauma suele aparecer en el descenso.

En el buceo con botellas, el barotrauma puede aparecer tanto en el descenso como en el ascenso.

La capacidad del oído de adaptarse a un cambio de presión dependerá de un correcto funcionamiento de la trompa de Eustaquio y de la intensidad y rapidez del cambio de la presión del entorno.

Los resfriados o la alergia pueden dificultar el funcionamiento de la trompa de Eustaquio, exponiéndonos a un barotrauma.

Disfruta del submarinismo pero protegiendo tus oídos.