La Comisión para la Detección Precoz de la Sordera Infantil (Codepeh) ha publicado recientemente un nuevo documento de recomendaciones, que recoge un protocolo pensado para orientar el desarrollo del proceso diagnóstico, más allá de la prueba de cribado neonatal.

El documento supone, según la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (Fiapas) “un paso más allá del Programa de Detección Precoz de la Sordera Infantil”, aprobado hace 13 años y que se aplica en todas las comunidades autónomas.

El documento va a resultar de gran utilidad ya que viene a salvar la ausencia de un protocolo consensuado que sirva de orientación y complete el proceso diagnóstico, una vez confirmada la presencia de sordera tras el cribado neonatal.

Con el nombre de ‘Diagnóstico etiológico de la sordera infantil: Recomendaciones Codepeh 2015’, el documento se basa en la más reciente evidencia científica. Trata de ofrecer unas orientaciones de apoyo al profesional en la toma de decisiones durante el proceso de diagnóstico etiológico, que debe llevarse a cabo de manera que no entorpezca ni retrase la intervención temprana.

El texto da continuidad a los ya publicados, en 2010 y 2014, que trataban sobre los criterios para el abordaje precoz de la sordera infantil y sobre las sorderas adquiridas o sobrevenidas en la infancia, respectivamente.
Como material divulgativo complementario a este documento, se ha editado un folleto informativo sobre el diagnóstico etiológico con la recomendación diagnóstica en forma de diagrama de flujo, que se ha distribuido en 1.900 destinos diana de interés, implicados en la atención integral al niño con discapacidad auditiva, de los ámbitos sanitarios, educativo y de Servicios Sociales.

 

Un diagnóstico temprano es fundamental

La precocidad en el diagnóstico de posibles déficits en la audición es de capital importancia para su tratamiento, incluso, cuando se trate de pérdidas auditivas leves.

Detectada una posible pérdida de audición, y confirmado el diagnóstico, comienza una decisiva etapa para el niño o la niña y para su familia, que, si no se aprovecha convenientemente, será un tiempo irrecuperable que afectará negativamente a su desarrollo personal, al lenguaje y a sus aprendizajes futuros.

En 2003, el Ministerio de Sanidad y Consumo y las Comunidades Autónomas aprobaron el programa de detección precoz de la sordera para su implantación a nivel estatal. Con este Programa se pretende detectar la sordera en los primeros días de vida a través del screening auditivo realizado con carácter universal, a todos los recién nacidos.

Según asegura Fiapas, identificar precozmente la causa de la hipoacusia aporta numerosas ventajas: evita molestias innecesarias a las familias, reduce el gasto sanitario derivado de la realización de muchas pruebas y proporciona información pronóstica, que puede guiar la actuación terapéutica.