Tal y como indica la Organización Mundial de la Salud, la pérdida de audición puede deberse a causas congénitas o a causas adquiridas. Entre estas segundas, que pueden provocar la pérdida auditiva a cualquier edad, se encuentra la otitis media que consiste en la existencia de líquido en el oído. En los niños, la otitis media crónica es una causa común de pérdida de audición. Se considera crónica si tiene una duración que excede los tres meses.

En este sentido, según ha hecho público Fiapas (Confederación española de familias de personas sordas), hasta un 90 % de los niños desarrollan una otitis media secretora infantil antes de la edad escolar y sufren cuatro episodios anuales por término medio. Además, la otitis media secretora infantil (OMS) es la causa más frecuente de la sordera infantil en los países desarrollados.

A pesar de ello, existen evidencias de que sólo una minoría de los profesionales sigue las recomendaciones que recogen las guías de manejo clínico de la enfermedad. El escaso uso de la otoscopia neumática en el diagnóstico, la falta de exploraciones audiométricas de los niños que presentan una otitis secretora o el uso inapropiado de antibióticos para tratarla, son los problemas más frecuentes.

Con el objetivo de mejorar el tratamiento de la OMS y prevenir y reducir sus consecuencias en el desarrollo del niño, la Comisión para la Detección Precoz de la Sordera Infantil (CODEPEH) ha elaborado un documento de recomendaciones para una correcta actitud clínica ante la OMS.

El documento se ha distribuido entre los profesionales implicados en la atención integral al niño con discapacidad auditiva, de los ámbitos sanitarios, educativo y de servicios sociales.

Recomendaciones para los profesionales

De manera resumida podríamos decir que en el documento se aconseja, ante un niño sin otras patologías, no usar ninguna medicación, especialmente corticoides y antibióticos, siendo la espera vigilada la primera medida a tomar durante tres meses. Si persiste la OMS, el otorrinolaringólogo valorará el tratamiento quirúrgico.

En niños que presentan otros factores de riesgo de diversa entidad, el impacto de la OMS es superior por lo que se recomienda actuar de forma inmediata, sin espera vigilada.

Información para las familias

Las familias deben saber que la OMS no provoca fiebre ni causa dolor. Que el tabaquismo pasivo y el uso de chupetes aumenta el riesgo de padecer otitis media secretora, mientras que la lactancia materna lo disminuye.

También se indica que el tratamiento con antibióticos y/o esteroides aporta un mínimo beneficio, a costa de efectos secundarios, y no evita la solución quirúrgica.

Además, no hay evidencia de que otras terapias alternativas aporten beneficios al tratamiento de la OMS.

Si, tras esperar tres meses, la OMS persiste, el profesional recomendará un tratamiento quirúrgico consistente en tubos de drenaje transtimpánico.