A estas alturas del verano, después de tantos chapuzones, aguadillas y juegos en el agua, lo más normal es que a tu hijo le haya dolido el oído. Quizás en repetidas ocasiones.

Permanecer en el agua durante mucho tiempo hace que el oído esté permanentemente húmedo. Precisamente la humedad es la causante de que unos gérmenes que viven en el oído externo proliferen. Si sucede eso, se produce una infección en el oído; la otitis.

Es tan común en verano, asociada a las actividades o juegos acuáticos en piscinas, playas o ríos, que los profesionales la conocen como otitis estival.

La otitis suele ser dolorosa y, en ocasiones, se puede llegar a producir supuración e incluso, pérdida de audición.

Para evitar complicaciones, al menor síntoma de dolor de oídos es aconsejable ponerse en manos de un profesional que nos indicará si es recomendable tomar algún antibiótico y, con toda probabilidad, nos aconsejará dejar descansar al oído y evitar los baños durante unos días.

Una vez que se produce la infección, poco más podemos hacer.

 

Prevenir la otitis estival

Lo más importante es conseguir que el conducto auditivo permanezca seco o que la humedad se retire lo antes posible.

Para lograr lo primero, en Audiocentro disponemos, también para los niños, de tapones especiales para el agua. Lo bueno es que están diseñados para adaptarse a la cavidad auditiva de cada usuario. Los tapones que no se adaptan no cumplen su función ya que, al final, el agua termina metiéndose en el conducto auditivo y la infección vuelve a originarse. Son los tapones que suelen venderse en los supermercados o en tiendas no especializadas.

Por otra parte es recomendable, una vez se sale del agua, utilizar una toalla, que debe ser de uso individual, para secarse los oídos. En este sentido, la utilización de un secador también puede ser recomendable para asegurarse de que el oído queda completamente seco.

Y recuerda que una alimentación saludable ayudará a mantener la buena salud auditiva del menor. Se recomienda una dieta variada, rica en frutas y verduras y baja en grasas saturadas.

 

Y tú, ¿cómo llevas el verano? ¿Has sufrido dolor de oídos? ¿Usas tapones para el agua? Coméntanos tus experiencias. Estaremos encantados de escucharte.