La Salud Auditiva de las Personas Obesas
La obesidad es una enfermedad que se caracteriza por acumular demasiada grasa en el cuerpo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, más de 1.000 millones de personas en todo el mundo padecen obesidad. En nuestro país, más del 50% de adultos y un tercio de niños y adolescentes presenta exceso de peso. La obesidad aumenta el riesgo de desarrollar diferentes complicaciones de salud y, entre otras cosas, favorece el desarrollo de pérdida auditiva. Hoy, en nuestro blog de salud auditiva, hablamos de la salud auditiva de las personas obesas.
La Salud Auditiva de las Personas Obesas
La obesidad, más allá de un problema estético, tiene otras derivadas mucho más graves. Está demostrado que las personas obesas tienen más probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes o incluso cáncer. Cuadriplica el riesgo de padecer asma, favorece los problemas óseos y aumenta el riesgo de tener unos niveles elevados de colesterol.
Por si fuera poco, la obesidad también puede provocar, como consecuencia del desarrollo de las enfermedades citadas, pérdida auditiva o la aparición de acúfenos.
El oído es un órgano muy delicado que está bañado por pequeños vasos sanguíneos. Estos son los encargados de llevar oxígeno a todas y cada una de las partes que forman el sistema auditivo para que funcionen correctamente.
Los problemas circulatorios, propios enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión, pueden provocar problemas de riego sanguíneo en los oídos. Si esto sucede, y la situación se mantiene en el tiempo, la falta de oxígeno puede afectar a las células ciliadas que pueden sufrir importantes problemas o incluso su muerte. En este caso, la audición se ve afectada de manera permanente.
Una vez que el oído pierde la capacidad de generar impulsos eléctricos para enviarlos al cerebro, se hace imposible llevar a cabo la audición.
Prevención contra la Obesidad y la Pérdida Auditiva
El 15 de mayo se celebra el Día europeo contra la Obesidad. Se pretende de esta manera concienciar a las personas sobre el peligro de esta enfermedad.
Lo primero que tiene que hacer una persona con obesidad es acudir al médico y someterse a diferentes pruebas para conocer el estado general de salud. Además, es fundamental seguir una dieta baja en calorías y en la que desaparezcan los dulces y las grasas. En su lugar, es preciso optar por frutas y verduras.
El ejercicio físico también es importante para mantenerse en forma y quemar calorías.
Por otra parte, es recomendable que las personas con obesidad, especialmente si también sufren hipertensión o diabetes, se sometan a revisiones auditivas periódicas. De esta manera pueden conocer el estado de la salud auditiva y poner remedio lo antes posible ante la aparición de pérdida auditiva o el desarrollo de acúfenos.