La hiperacusia o hipersensibilidad auditiva es una condición por la cual, las personas que la sufren, tienen una tolerancia muy baja a los sonidos que se producen a su alrededor. No nos referimos a ruidos fuertes como los del tráfico o los que provocan actividades como la construcción que generan altos decibelios. Hablamos de sonidos habituales como pueden ser los ladridos de un perro o los que genera una persona al masticar o respirar. Son sonidos que no superan los 90 decibelios.

La hiperacusia puede afectar a uno o a los dos oídos y es posible que se presente de forma repentina. Hay diferentes grados de hiperacusia por lo que la persona puede reaccionar de manera más o menos evidente a los sonidos. Algunas personas presentan mayor sensibilidad, llegando a sufrir dolor.

Si la hiperacusia es severa, los pacientes pueden desarrollar fonofobia (terror a los sonidos) o misofonía (odio al sonido) que genera una respuesta desproporcionada del sistema nervioso ante determinados sonidos. La misofonía es un trastorno psiquiátrico que tiene un gran impacto en la vida de los pacientes.

La hiperacusia puede aparecer acompañada de tinnitus. De hecho, entre el 40 y el 45% de los pacientes de acúfenos, dicen sentir hiperacusia.

¿Qué Provoca la Hiperacusia?

La hiperacusia puede afectar a hombres y mujeres de cualquier edad. Aunque todavía se desconoce el motivo por el que se desencadena la hiperacusia, sí se sabe que hay factores que pueden contribuir a que se manifieste.

La exposición a altos niveles de sonido durante un tiempo prolongado es uno de ellos. También la exposición a un ruido de tipo impulsivo (el que genera un arma de fuego, un petardo…), una contusión cerebral, la enfermedad de Menière, acúfenos, migrañas o una depresión, pueden contribuir al desarrollo de la hiperacusia.

Las personas que padecen esta condición pueden sufrir inquietud, estrés, dolor, ataques de pánico, ansiedad, mareos o vértigos.

Tratamiento de la Hiperacusia

Es imprescindible realizar una evaluación audiológica completa para determinar el grado de hiperacusia que padece la persona.

Hoy por hoy el tratamiento más efectivo es la terapia sonora que busca reeducar el nervio auditivo para que se acostumbre a los sonidos cotidianos. Esto se lleva a cabo exponiendo el oído a ruido blanco, agradable para el paciente, durante varias horas al día. El profesional de la audición tiene que ir elevando el volumen del sonido. El tratamiento puede durar meses.

En la mayoría de los casos, es posible mejorar la hipersensibilidad auditiva del paciente y mejorar así su calidad de vida.