El barotrauma es el daño que se produce en nuestro cuerpo como consecuencia de cambios bruscos barométricos. Estos cambios pueden suceder en el aire o en el agua y, además de a órganos, pueden afectar a los oídos.

Despegue o Aterrizaje

Es habitual que, durante el despegue o el aterrizaje de los aviones, se produzca un cambio de presión del aire de manera repentina. Normalmente, la presión del aire dentro del oído medio y en la atmósfera es muy similar, pero, a medida que el avión asciende y va aumentando la altitud, la presión del aire en la atmósfera disminuye. Esto hace que el aire se vuelva ‘más delgado’, mientras el aire en el oído medio permanece relativamente sin cambios.

Si la presión del aire no es igual a ambos lados del tímpano, la situación puede desembocar en una rotura del tímpano. La Trompa de Eustaquio juega un papel muy importante para evitar que esto suceda. La conexión del oído con la rinofaringe, a través de la Trompa de Eustaquio permite que el aire pueda entrar o salir, manteniendo la presión constante.

Gracias a esa conexión se puede llevar a cabo una maniobra fácil para evitar que los oídos se taponen como consecuencia de los cambios de presión. Se trata de la maniobra vasalva y consiste en intentar soltar aire por los oídos manteniendo la nariz y la boca tapadas. De esta forma se consigue que la presión se iguale a ambos lados del tímpano.

Barotrauma por inmersión

Los cambios de presión también pueden producirse en el agua. El submarinismo es una actividad deportiva que puede causar traumatismo en los oídos debido al cambio de presión que se ejerce sobre los mismos durante el descenso hacia el fondo del mar o el ascenso desde el mismo. De hecho, se trata de la lesión más común entre las personas que practican este deporte.

La formación es fundamental para evitar el barotrauma. Saber cómo descender y ascender es prioritario para evitar que el organismo pueda sufrir daños debido a los cambios de presión.

Si la presión en el oído medio es inferior a la presión del agua, el tímpano se abomba hacia adentro. Llegado el momento, el tímpano puede romperse provocando la entrada de agua fría en el oído que da lugar a una sensación de vértigo con la consiguiente desorientación, mareo y náuseas.

Las personas que sufren un barotrauma pueden desarrollar una infección en el oído medio, que causa un dolor agudo, o un daño en el oído interno que puede provocar acúfenos o pérdida de audición.

Este verano, si vas a coger un avión para disfrutar de tus vacaciones o piensas practicar submarinismo, protege tus oídos evitando el barotrauma.