El 29 de septiembre es el Día Mundial del Corazón. Se estima que 520 millones de personas en todo el mundo padecen una enfermedad cardiovascular. La salud cardiovascular está estrechamente relacionada con la salud auditiva. Por eso, podemos concluir que son muchos millones de personas los que padecen o están en riesgo de desarrollar pérdida auditiva. Hoy, en nuestro blog de salud auditiva vamos a explicar la relación que existe entre las enfermedades cardiovasculares y la salud auditiva.

Enfermedades Cardiovasculares

Existen diferentes tipos de enfermedades cardiovasculares. La más común es la cardiopatía coronaria pero también hay cardiopatías congénitas, insuficiencia cardiaca, problemas de ritmo cardiaco…). Todas ellas afectan al corazón o a los vasos sanguíneos. El desarrollo de esta enfermedad puede tener un componente genético, pero otros factores como el tabaquismo, el colesterol o la diabetes inciden de manera directa en el desarrollo de la misma.

Para tratar de prevenir los problemas cardiovasculares, es fundamental mantener una dieta saludable en la que deben primar las frutas y las verduras y en las que debe eliminarse o limitarse al máximo la ingesta de sal. También hay que huir del azúcar, por lo que es recomendable evitar las bebidas azucaradas y los dulces, así como de los alimentos procesados.

Mantener una vida sana pasa por realizar algo de ejercicio cada día y mantenerse activo. Además, es muy importante, evitar el tabaco. Los fumadores activos y también los pasivos tienen más riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

Enfermedades Cardiovasculares y Salud Auditiva

La salud del corazón está directamente relacionada con la salud del oído. Una buena circulación sanguínea favorece una buena salud auditiva. Así lo confirman todos los estudios llevados a cabo sobre el tema.

El oído interno, que es donde se encuentra la cóclea y las células ciliadas (las que se encargan de transformar las vibraciones en impulsos eléctricos que son enviados al cerebro), se nutre del oxígeno que llega a través de la sangre. Cuando el flujo sanguíneo es correcto, el oído funciona perfectamente. Sin embargo, los problemas en la circulación hacen que las células ciliadas no puedan realizar correctamente su trabajo.

Si los problemas se vuelven permanentes, las células ciliadas pueden morir. Estas células no se regeneran por lo que, si mueren, la pérdida de audición se convierte en permanente.

Coincidiendo con el Día mundial del Corazón, desde Audiocentro, nos sumamos a la recomendación de cuidar la salud cardiovascular para mantener, entre otras cosas, una buena salud auditiva.

Por otra parte, las revisiones auditivas periódicas pueden desvelar una pérdida auditiva que, en ocasiones, se deriva de un problema cardiovascular. Y es que una de las investigaciones llevadas a cabo sugiere que la pérdida de audición puede ser un signo temprano de enfermedad cardiovascular.

Recuerda, ¡cuida tu corazón para cuidar tu oído!