El Ejercicio Físico puede provocar Problemas en los Oídos
Mantener una buena salud física y también emocional, pasa por realizar ejercicio de manera habitual. Además de mejorar la forma física, el deporte contribuye a regular la presión arterial y reduce el riesgo de padecer diabetes tipo 2 con todas las complicaciones para la salud en general y la auditiva en particular, que se derivan de ambas enfermedades. Sin embargo, y a pesar de los beneficios que se derivan de la práctica deportiva, el ejercicio físico puede provocar problemas en los oídos.
Ejercicio Físico y Problemas en los Oídos
En ocasiones, como consecuencia de traumatismos craneales, lesiones por buceo o por un aumento repentino de la presión en el oído, se produce una lesión en el oído llamada fístula perilinfática. Cuando esto sucede, la pared que separa el oído medio del oído interno se debilita favoreciendo que, ante ligeros cambios de presión, la persona pueda sufrir mareos, vértigos o problemas de audición.
Estos cambios de presión pueden deberse a la práctica de ejercicio físico intenso. Retener la respiración para realizar algún tipo de esfuerzo físico, puede dar lugar a los mencionados problemas en los oídos.
En otras ocasiones, el mero hecho de correr puede provocar una sensación de mareo y falta de equilibrio. Esto puede ser consecuencia de un síndrome llamado mal de desembarco cuyas causas se desconocen. El tratamiento pasa por suspender la práctica deportiva y, si el problema persiste, por un tratamiento de rehabilitación vestibular. Se trata de una terapia dirigida a fortalecer el sistema sensorial vestibular relacionado con el oído interno.
También el viento o el aire pueden provocar dolor en los oídos mientras se practica deporte al aire libre. Es más común que esto suceda en los meses de otoño e inverno, cuando el viento es frío y sopla con más fuerza. Es habitual que las personas que sufren el dolor de oídos tengan un mayor número de vasos sanguíneos en los oídos. Cuando éstos se contraen, como consecuencia del frío, pueden provocar problemas de flujo sanguíneo y dolor de oídos.
Evitarlo pasa por utilizar orejeras o un gorro que tape los oídos para hacer deporte en los días fríos.
Ejercicio Físico y Tinnitus Pulsátil
El tinnitus pulsátil es una suerte de tinnitus (sensación de oír ruidos, silbidos o siseos sin que exista una causa externa que los provoque) que se caracteriza por que la persona escucha los latidos de su corazón. La mayoría de las veces este zumbido se incrementa después de hacer ejercicio físico y es consecuencia de un aumento del flujo sanguíneo.
Al llevar a cabo una actividad deportiva, el corazón aumenta el bombeo de la sangre para regar los músculos que tienen que llevar a cabo un mayor esfuerzo. La sangre llega a todos los rincones del cuerpo. Los oídos también reciben un mayor flujo sanguíneo y esto, especialmente en las personas que tienen un mayor número de vasos sanguíneos, puede provocarles dolor.
Para evitar las complicaciones que, como hemos visto, se pueden producir en los oídos al hacer deporte, es recomendable llevar a cabo una actividad física más ligera, evitando grandes esfuerzos.
El ejercicio es muy importante para mantener una buena salud en todos los sentidos. Por eso, si el dolor en los oídos llega a incapacitar a la persona para hacer deporte, puede ser necesario acudir al especialista para conocer el estado de la salud auditiva.