Los sonidos proporcionan información del entorno y hacen posible que las personas puedan comunicarse entre sí.  Disponer de  una buena audición es fundamental para percibir esos sonidos y que estos sean enviados al cerebro para su interpretación, finalizando el proceso de la audición. Hay sonidos que pueden dañar los oídos debido a su estridencia o el exceso de decibelios. Pero también existen sonidos que contribuyen a mejorar en el bienestar físico y emocional de las personas. El 14 de febrero, coincidiendo con el Día de San Valentín, se celebra el Día de los sonidos curativos.

Qué son los Sonidos Curativos

Se considera sonidos curativos a aquellos que pueden hacer que mejore el bienestar físico y emocional. En la filosofía oriental son muchas las terapias utilizan el sonido con este fin. A través de la repetición de determinados sonidos, a una frecuencia regular, buscan un mejor estado del cuerpo y la mente.

El Chi Kung es una terapia que tiene su origen en China. Al igual que el Tai Chí o el Reiki, son disciplinas que persiguen beneficios físicos y mentales a través de la meditación y el control de la respiración. Para el Chi kung, los sonidos juegan un papel muy importante. De hecho, considera que seis de ellos aportan beneficios al cuerpo humano. Cada uno de los sonidos se corresponde con un órgano o sistema corporal, con un elemento o energía de la naturaleza. Así, por ejemplo, el sonido “xu” actúa sobre el hígado y el sonido “he” sobre el corazón y las palpitaciones.

Ruido Rosa y Ruido Blanco

Existen otros sonidos que también podrían ser considerados sonidos curativos ya que aportan bienestar a las personas. Hablamos de los ruidos blanco y rosa.

El ruido blanco es un ruido que contiene todas las frecuencias y estas son emitidas con la misma potencia de manera uniforme. El sonido constante y uniforme resulta placentero al ser humano. Un claro ejemplo de ruido blanco es la lluvia. El ruido rosa por su parte,  es similar al ruido blanco pero las altas frecuencias tienen una menor amplitud. El sonido de una cascada al caer es un buen ejemplo de ruido rosa.

Tanto el ruido blanco como el rosa ayudan a la persona a permanecer en un estado de tranquilidad beneficioso para el bienestar emocional. Entre otras cosas, ayudan a conciliar el sueño y son utilizados en las terapias contra los acúfenos.

Y si hablamos de sonidos curativos, no podemos olvidarnos de la música. La musicoterapia está basada en la función terapéutica de los sonidos. De hecho, se ha demostrado que mejora el estado de ánimo y reduce el estrés y el dolor de las personas ingresadas en hospitales y de los residentes de centros sociosanitarios.

Son muchos los sonidos que suponen una agresión para nuestros oídos a diario. Por eso, conocer de la existencia de los sonidos curativos y utilizarlos, es una buena opción para mantener una buena salud auditiva. Otra buena opción es revisar tu audición de manera periódica. ¡Te esperamos en Audiocentros!