En la recta final del año, llegamos a los meses de invierno que llegan acompañados de lluvia, viento y bajas temperaturas. Y, con ellos, los temidos resfriados.

El constipado común es habitual al pasar de una estación a otra y, como la mayoría de nosotros sabemos por experiencia propia, provoca congestión nasal, dolor de garganta, tos…y en ocasiones también afecta a los oídos.

Se produce una congestión de las vías altas y por tanto una inflamación. La trompa de Eustaquio (que en los niño/as aún no está del todo desarrollada) se ve afectada por inflamación y disminuye su diámetro por lo que la ventilación del oído medio también se ve afectada. El oído medio reacciona produciendo una mucosidad que puede llegar a infectarse si perdura, ocasionando dolor, supuraciones y pérdida de audición (hay sustancias mucosas en una cavidad en la que no debería haber).

Si se produce inflamación en el oído medio, hablamos de otitis media.

 

Uno de los tipos de otitis media más común es la otitis serosa, provocada por la existencia de líquido seroso o mucoso en la zona, normalmente como consecuencia de un resfriado. Suele ser más común en los niños debido al tamaño y disposición de la trompa de Eustaquio.

Lo normal es que no ocasione dolor y, si los niños no lo manifiestan, puede llegar a pasar desapercibido para los padres.  La sintomatología es la pérdida de una audición correcta. Los niños no oyen con claridad y por ello suelen subir el volumen de la televisión o no hacer caso a las indicaciones de padres o profesores.

En otras ocasiones es la propia trompa de Eustaquio la que se inflama, generando en el individuo la sensación de tener el oído “taponado”.  Esta sensación de tener los oídos tapados es muy molesta y está causada por la presión desigual en los senos nasales.

 

Tratamiento de la otitis serosa

La otitis serosa suele mejorar o desaparecer conforme el niño crece. También mejora en los meses de calor. No obstante, si persiste, hay que acudir al médico para evitar que puedan desarrollarse complicaciones que deriven en una pérdida de audición.

Normalmente la otitis serosa se trata con antiinflamatorios y antihistamínicos. Sin embargo, en casos más complicados, se hace necesario la colocación de unos tubos de ventilación o drenajes transtimpánicos. Son pequeños tubos que se introducen en la membrana timpánica del niño, mientras está sedado, para lograr que se ventile el conducto y evitar perforaciones en el tímpano.

Como siempre decimos en Audiocentro, los padres deben permanecer atentos al comportamiento de su hijo para darse cuenta, lo antes posible, de que algo sucede. En este sentido, no está demás, que se realicen revisiones auditivas periódicas a los niños.

Se trata de pruebas rápidas e indoloras que podemos realizar en cualquiera de nuestros centros de salud auditiva.

Ante cualquier duda, ¡consúltanos! Estamos a tu servicio.